La Lima scabra se conoce por el nombre común de almeja de fuego o almeja llama. Sin embargo se trata de un molusco marino de la clase de los bivalvos que no tiene mucho que ver con las almejas salvo por su exterior. Habita los fondos rocosos de los mares del caribe, normalmente se encuentra adherida a las rocas en zonas sombrías. Aunque es capaz de desplazarse por sí misma, no lo hará salvo que lo considere imprescindible. La consecuencia en nuestro acuario, es que puede dañar algún coral que encuentre en su ruta, por ello debemos vigilar sus movimientos.
La almeja llama posee una robusta concha exterior, de coloración blanca o de tono amarillento que a su vez esta recubierta de un manto rojo. Rodeando el manto hay tentáculos de ambos colores rojo y blancos. El característico color rojo vibrante de la almeja llama, se debe a la gran cantidad de carotenoides que se encuentran en su cuerpo, las células cormatóforas generan un destello muy bonito.
Sus branquias se usan tanto para respirar como para filtrar, por tanto se trata de un animal filtrador, muy importante a tener en cuenta a la hora de alimentarlo en cautividad. Este almeja no tiene propiedades fotosintéticas, por tanto la única manera de alimentarse es gracias al fitoplancton en suspensión. Se entiende que su salud esta directamente relacionada con la cantidad de fitoplancton disponible, tanto en la naturaleza como en cautividad. Para escapar de sus depredadores u otra clase de peligro sueltan un chorro de agua y utilizan sus valvas, las empujan hasta cerrarlas y alejarse así de las situaciones de peligro. Sus depredadores más comunes en la naturaleza suelen ser gambas o cangrejos. A pesar del peligro, la almeja llama puede alcanzar hasta 5 años de longevidad en su habitat natural. |
Es una especie apta para nuestro acuario de arrecife, pudiendo alcanzar hasta los 8 cm de longitud de concha. Nuestro principal problema , será su rápido consumo del fitoplancton disponible, por ello un aporte externo a poder ser bajo goteo contínuo será bien recibido. El goteo mantiene una cantidad constante de fitoplancton en nuestro acuario sin saturar de forma inmediata la filtración o generar demasiados residuos. El goteo se puede generar acoplando al recipiente del fitoplancton una pequeña llave en unión a un macarrón, de forma que la podamos regular a nuestro antojo.
Debido a este problema, la almeja llama es delicada y difícil de mantener en cautividad. Se recomienda para acuariófilos experimentados y aún así la almeja no suele sobrevivir al año de conservación, ni se da el caso de reproducción en cautividad.
La calidad de agua recomendada será la típica de un acuario de arrecife:
Temperatura : 23-27ºC
pH: 8.1-8.4
Densidad: 1022-1024
Ficha realizada en colaboración con Rocío Junco Fernández
Acuarista Senior con especialidad en Aguas Cálidas / Lda. Química