Por macroalga conocemos a todo alga denominada macroscópica, es decir; que es visible sin el empleo de microscopio. Dentro de las macroalgas encontramos algas unicelulares y multicelulares. Las algas unicelulares incluso pueden alcanzar varios centímetros de tamaño como por ejemplo especies de los géneros Caulerpa y Valonia entre otros. Las macroalgas viven fijas sobre los fondo marinos.
Las algas son los individuos más elementales y primitivos del reino vegetal, no poseen sistema vascular, es decir: de tallo, hojas y raíces. El sistema de anclaje al sustrato empleado se llama rizoide y no sirve para la asimilación de nutrientes. La absorción de los nutrientes son asimilados por las algas a través de la superficie de su cuerpo. Algunas especie presentan un eje rastrero de agarre denominado rizoma o estolón.
Carecen de flores y de verdaderas semillas por lo que sus formas reproductivas son muy simples. Siendo normal que la mayoría de especies pueda reproducirse de forma asexual o sexual. La forma asexual se produce a través de la producción de esporas, a través del corte de su propia superficie y por nacimiento de brotes a partir del rizoma.
Las macroalgas se pueden dividir en tres grandes grupos: Las Clorófitas que serían las algas verdes, las Facócitas que son pardas y las Rodófitas que son algas rojas. Esta coloración depende de los pigmentos fotosintéticos predominantes pudiendo presentar combinaciones de varios tipos en un mismo ejemplar.
Muchas de estas algas presentan la capacidad de impregnarse de carbonato de calcio, mayoritariamente algas verdes como la Halimeda, Udotea o Penicillus. Dentro de las algas rojas también hay varios géneros como la Galaxaura o la Liagora. Dentro de estas algas rojas existe un orden especialmente proclive a la impregnación en carbonato de cálcio. Es el orden de las Corallinales formado por muchos géneros y especies y conocidas vulgarmente como alga coralina. Estas especies se impregnas en tal magnitud de carbonato que muestran una dureza exterior propia de las rocas lo que permite al igual que con los corales dures a que sus esqueletos pasen a formar parte de los arrecifes coralinos. En el mar las macroalgas tienen como factor limitante princial la intensidad lumínica que va reduciéndose según se va ganando profundidad. Por ello la mayor diversidad de especies y abundancia de individuos se presenta en profundidades no superiores a los 30 metros. Son la base de la cadena trófica del mar. Sintetizan los carbohidratos, nitrógenos, fosfatos y otros compuestos en materia orgánica con la ayuda de la luz solar. Su crecimiento ofrece alimento, oxígeno y refugio a multitud de seres vivos. La presencia de animales herbívoros limita en gran medida la distribución de las especies por los fondos marinos. Factor limitante de su desarrollo junto a la luz, la temperatura, la salinidad, las corrientes y la presencia de nutrientes entre otros. |
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Su mantenimiento en refugio o en acuario presenta grandes ventajas pues son competidoras de gran eficacia en la lucha por los nutrientes con las microalgas. La eliminación de estos nutrientes que serían retornados de nuevo al agua se realiza a través de la poda periódica.
El amoniaco, tóxico en extremo para todas las formas de vida ornamental a niveles de Ph tan elevados como los presentes en el acuario marino, es sin embargo fuente de energía para las macroalgas. Especies de microalgas como el fitoplancton son también muy sensibles a cantidades mínimas de amoniaco. Este amoniaco es aprovechado por las macroalgas para la consecución del nitrógeno, a través de diversos procesos, que requieren para vivir.
El nitrato también estimula el desarrollo de las macroalgas eliminándolo del agua del acuario. Un exceso de nitrato, aunque tóxico en mayores concentraciones que el amoniaco, va a acarrear problemas de algas indeseables de microalgas y dinoflagelados. Además las Zooxantelas del coral pueden crecer en demasía limitando el desarrollo de éste.
Las macroalgas más sencillas de mantener en acuario son las clorófitas o algas verdes, las algas rojas y pardas sin duda representan un toque exótico para el acuario pero presentan el reto para su mantenimiento de ser muy vulnerables frente a las altas temperaturas. No tolerando aquellas superiores a los 27 grados. Además su crecimiento lento provoca que a menudo sean cubiertas por algas que terminan por asfixiarlas provocando su muerte. En otras muchas ocasiones son depredadas por algunas especies de peces por lo que la única forma de mantenimiento es en refugio.
Al igual que sucede en los acuarios plantados de agua dulce el hierro juega un papel de importancia para el desarrollo de las macroalgas. En el acuario el hierro es asimilado por numerosos organismos y bacterias limitando en extremo su presencia. En este caso podemos aditar periódica y progesivamente hierro. Las concentraciones extras de hierro no parecen ser perjudiciales para la mayoría de organismos ornamentales.
Principales especies para el acuario y el refugio de macroalgas
Especies de algas calcáreas
Halimeda – Una de las macroalgas que más contribuye a la formación de las motañas coralinas. Para su desarrollo óptimo requiere gran cantidad de Calcio en el agua por lo que un blanqueamiento y un deterioro nos indicará niveles bajos de Calcio y alcalinidad.
Especies de algas no calcáreas
Género Caulerpa – Caulerpa fasciata presente en costas europeas, Caulerpa prolifera, crassifolia y sertularioides procedentes de Florida. Otras macroalgas que podemos encontrar en el mercado vienen sujetas a trozos de roca viva ya que no pueden ser plantadas.
Caulerpa taxifolia o mexicana son muy conocidas por los aficionados. Éstas junto a la Caulerpa prolifera que puede ser encontrada en el levante español son grandes almacenes vivientes de fosfatos incluso en ambientes de baja iluminación con la que padecen raquitismo. Lámparas de 10000º Kelvín son suficientes para evitar su descomposición.
La taxifolia se reconoce por su extraña y peculiar forma de pluma y su coloración verde brillante. Sus necesidades de mantenimiento son bastante exigentes, sobre todo con las horas y calidad de la iluminación, la salinidad y la cantidad de oxígeno presente. De la taxifolia tropical existe una variedad mutada por el hombre denominada mediterránea, de gran toxicidad para otras formas de vida autóctonas muy resistente a condiciones de vida muy dispares, que es una verdadera plaga en las costas de todo el mediterráneo y sobre la que se legisla para impedir que se comercialice y pueda ser devuelta al mar por la ignorancia del aficionado.
Caulerpa racemosa. Su forma es similar al de un racimo de uvas pequeñas. Es una especie muy común en los arrecifes coralinos a no excesiva profundidad de rápido crecimiento. Destaca en su forma una especie de hojas en forma de bola muy susceptibles de ser devoradas por animales herbívoros.