En el capítulo anterior relacionado con el calcio vimos la importancia de mantener este valor lo más estable posible. Citamos los sistemas existentes para añadir calcio al agua y vimos a groso modo la utilización de aditivos.
En este segundo capítulo vamos a hablar de los reactores de calcio que aunque con un precio más elevado que cualquier aditivo presenta las ventajas de ser más rentable a largo plazo por tener unos recambios muy económicos y ser un sistema totalmente automático al ser muy estable.
Nosotros nos vamos a centrar en los reactores de calcio de ciclo cerrado comentado previamente que su utilización sólo se justifica en acuarios de arrecife poblados con gran cantidad de invertebrados.
Principios de funcionamiento
El reactor de calcio da como resultado la disolución de una grava que contiene car-bonato cálcico. Esta grava se disuelve por la acción del CO2 que es aportado gota a gota en el interior del reactor. El gas introducido en el reactor se transforma en ácido carbónico bajando en consecuencia el Ph del agua que se encuentra en tratamiento dentro del aparato. Gracias a esta acidificación del agua el carbonato de calcio se puede disolver en ella. Este carbonato solo se disuelve en aguas a partir de 7,8 Ph o inferior.
Podemos controlar el aporte de carbo-nato al agua a través del control de la cantidad de CO2 que se aplica. Esta tarea se puede automatizar con la instalación de un procesador de Ph. Entre sus principales ventajas están la de ofrecer un alto rendimiento de fun-cionamiento. No supone riesgo de aumento peligroso del Ph del acuario pero presenta por el contrario la apor-tación al agua de cierta cantidad de fosfatos. |
Debido a ello se potencia la aparición de algas del tipo zooxantelas y macro-algas.
Además del reactor de calcio comentado anteriormente existe otro tipo de aparato alternativo para lograr el mismo resultado: Reactor de agua de calcio o Kalkwasser. En este reactor en función del CO2 presente en el agua se aporta un nivel de carga sobresaturada de hidróxido de calcio. La mezcla de agua y la carga se bate constantemente en el interior del aparato evitando que entre en contacto con el aire para no precipitarse rápidamente en carbonato de calcio.
El agua sobresaturada de calcio regresa al acuario por goteo cuando se requiere reponer el agua que falta como consecuencia de la evaporación.
Aplicando un control automático del nivel del agua del tanque logramos que el agua contenida en el reactor se vierta en el tanque cuando sea necesario.
Entre sus principales ventajas encontramos las de mantener un Ph alcalino y una tasa de CO2 baja. Controla el desarrollo de algas filamentosas pero tiene el inconve-niente de tener un Ph interior del agua por encima de los 12º.
Otros inconvenientes que presenta son la necesidad de ser totalmente hermético para no entrar en contacto con el aire lo que convertiría la mezcla en indisoluble. Por último su rendimiento es limitado porque está relacionado con la cantidad de agua que se evapora.
En conclusión:
La utilización de ambos aparatos es muy ventajosa para mantener la aportación de calcio en el acuario totalmente controlada. No obstante las ventajas y contras que presenta un aparato se invierten en el otro y viceversa.
Por ello la aplicación de ambos aparatos supone tener los niveles de calcio, fosfatos y CO2 totalmente bajo control, evitando la aparición de algas filamentosas y la precipitación de los elementos de traza. En consecuencia nuestros corales gozarán de las condiciones acuáticas más indicadas para su óptimo desarrollo.