Instalación y mantenimiento de un estanque. Capítulo 2

Plantación de la última terrazaEn el primer capítulo dedicado a la construcción de un estanque vimos a groso modo los factores más importantes a tener en cuenta antes de pasar a la fase de realización: Determinar su tamaño y su ubicación, modos de construcción del estanque (bien empleando estanques prefabricados o con la utilización de lonas impermeables) y el diseño de las diferentes zonas del estanque entre otras cuestiones.

Una vez visto esta pequeña introducción vamos a continuar con la excavación propia del hoyo que albergará al estanque. Durante esta fase delimitaremos las terrazas de plantación en función de las necesidades de las plantas elegidas y del aspecto que deseemos que tenga nuestra orilla.

Es más seguro no realizar grandes desniveles entre las terrazas. Ello es debido a que los desniveles nos plantearan más problemas para cubrirlos con grava o rocas y posiblemente queden descubiertos y desprotegidos frente a los rayos del sol por lo que su durabilidad menguará.

Una de las cuestiones ha tener en cuenta en la construcción del hoyo es la de nivelar las orillas. Para poder medir el nivel podemos emplear en estanques de pequeño diámetro un nivel de burbuja colocado sobre cualquier soporte rígido atravesado colocado sobre los bordes.

Si el estanque fuera voluminoso podemos emplear un tubo de manguera transparente. Lo colocare-mos en el fondo con los extremos sobre dos orillas enfrentadas. Con la manguera llena de agua sin contener aire los dos extremos tendrán la misma altura de líquido, por el principio de los vasos comunicantes, si las orillas están niveladas.

Realizado el hoyo, las terrazas y comprobado el nivel de las orillas lo siguiente es la instalación de un desagüe para que el estanque pueda evacuar el agua de lluvia y no se provoque un desbordamiento.

Será suficiente con un tubo rígido colocado en pendiente y adherido a la lona impermeable que desemboque en algún sumidero o lecho de gravilla.
Es muy recomendable colocar una rejilla o un muro de piedras para que no puedan colarse animales pequeños.

Limpieza del fondo.

Para evitar posibles desgarros en la lona impermeable que cubrirá todo el

Vista de hoyo con terrazas para plantación
Vista de hoyo con terrazas
 
Colocación de lona tras limpiar el hoyo

Colocación de lona tras limpiar el hoyo

fondo del hoyo es imprescindible retirar todos los elementos cortantes o puntiagu-dos que pudiéramos encontrar: piedras, cristales o raíces por ejemplo. De lo contrario la propia presión del agua podría hacer reventar la lona y provocarse una fuga.

El hoyo podemos darlo por finalizado con la colocación de una capa de unos pocos centímetros de arena fina sobre el fondo.

La lámina impermeable

Para instalar la lona impermeable se recomienda elegir un día caluroso ya que ésta, gracias al calor, se adaptará mejor a las formas irregulares del estanque. Debemos tener la precaución de no crear pliegues que con el tiempo pudieran dañar la lona ni colocarla demasiado tirante. Pondremos especial cuidado de no dañarla con el calzado durante la instalación por lo que es recomendable utilizar calzado de suela de goma.

La lona se acabará de adaptar a la forma del hoyo con el peso del agua. Una vez terminada la instalación y tras el llenado paulatino del tanque procederemos a sujetar los bordes para que no resbalen hacia el interior. Para este fin podemos optar por colocar gravilla o rocas de diverso tamaño de forma de barrera capilar o ayudarnos con horquillas de metal similares a las utilizadas para la sujeción de las lonas de las tiendas de camping.

Recubriendo el fondo

Llegado a este punto debemos colocar lo que en acuariofilia convencional conocemos como sustrato. Va a ser el encargado de proteger la lona y de ser soporte para el enraizado de las plantas. El sustrato a emplear será grava o cantos rodados, nunca tierras vegetales. En el fondo del estanque no es necesario colocar una gran cantidad ya que con el tiempo gravas de las terrazas superiores se irán deslizando hacía él. Si hubiera desniveles significativos deberíamos cubrirlos con apilamientos de rocas o cantos de mayor tamaño que podemos fijar con siliconas no tóxicas. En las terrazas colocaremos algo más de espesor porque en ellas vamos a instalar las plantas acuáticas. Entre 5 y 8 cm será suficiente.

En los estanques de gran tamaño y en aquellos realizados con albañilería se coloca un desagüe para el vaciado parcial cada dos o tres años. En estanques prefabrica-dos no está disponible este equipamiento y en estanques de lona a menudo no se realiza por ser engorroso. En estos casos con un vaciado parcial y un cambio de un tercio del volumen del estanque nos será suficiente.

Llenando el estanque de agua

Existen dos cuestiones fundamentales a la hora de llenar nuestro estanque de agua. La primera de ellas es la de llenar por tramos para permitir que la lona y el sustrato vayan acomodándose a la presión y el peso de agua. Otro factor que resulta incluso más fundamental es el de determinar el volumen total de litros introducidos. Este dato es importante para realizar el cálculo de la cantidad de acondicionadores de agua y abonos que debemos añadir. Para determinar este volumen podemos ayudarnos del contador anotando los litros que hemos gastado.

El estanque debe ser rellenado como hemos comentado en varias etapas. Para evitar que la turbulencia de entrada de agua remueva el sustrato de grava podemos ayudarnos de un cubo donde ir volcando el agua. Una vez finalizada su función pode-mos retirarlo fácilmente si hemos colocado una cuerda anudada a su asa. Alcanzado aproximadamente los dos tercios de su volumen es el momento de acondicionar el agua.

Este proceso aditivo es igual al realizado en cualquier otro acuario. El acondicionador por el que nos decida-mos debe de tener la capacidad de eliminar el cloro y las cloraminas añadidas al agua del grifo para desin-fectarla y volverla apta para el consumo humano.

Además es habitual, dependiendo de la antigüedad de las cañerías y de la calidad del suministro, encontrar en disolución elementos perjudiciales para los animales como metales pesados y otros compuestos como nitratos y fosfatos que aun siendo menos dañinos nos van a crear problemas de algas flotantes y filamentosas.

Como os podéis imaginar antes de la fase de llenado del acuario se han debido colocar las diversas plantas que poblarán tanto el fondo del tanque como las diferentes terrazas a excepción de la última de ellas.

No hemos entrado a comentar este apartado porque será tema a tratar en próximos capítulos.

Llenado parcial del volumen del estanque
Llenado parcial del volumen del estanque
 
Plantación de la última terraza

Plantación de la última terraza

Llegado a este punto y tras cubrir la última terraza de gravilla y plantado de las plantas palustres (especies denominadas de pies húmedos por tener de 5 a 10 cm de agua cubriendo los pies de la planta), terminaremos de llenar el estanque. Como es lógico este último volumen también ha de ser acondicionado y sumado a la cantidad de volumen que hemos apuntado previamente. Este es el momento de colocar la barrera capilar mencionada previamente.

Niveles y calidades acuáticas

Por lo general las especies indicadas para el estanque de agua dulce, ya sean del género Carassius y sobre todo Cyprinus (Koy) requieren de aguas moderadamente duras rondando la neutralidad o ligeramente alcalinas. Dependiendo de las características de nuestro agua del gripo podemos añadir mayor grado de dureza incluyendo en nuestra decoración subacuática piedras de rocalla y acondicionadores comerciales que suban el nivel de carbonatos. En caso contrario podemos reducir el nivel de sales disueltas añadiendo turba a nuestro sistema de filtrado.

Proceso de ciclado

Al igual que sucede en los acuarios domésticos, el estanque también debe contar con amplias colonias de bacterias nitrificantes cuyo objetivo no es otro que trans-formar los desechos de los peces y de otros animales en sustancias menos tóxicas aprovechables para las plantas. Para lograr el establecimiento de la colonia bacteriana debemos de dejar un tiempo de maduración del estanque similar al que conocemos para los acuarios. En ese periodo podemos añadir bacterias al agua y alimentar con pequeñas cantidades de comida a las colonias para que se desarrollen.

Tras dos o tres semanas las colonias estarán lo suficientemente maduras como para poder hacerse cargo de los primeros desechos. Como sucede en los acuarios domésticos este proceso puede ser acelerado con la utilización de productos comerciales.

Próxima entrega

En el próximo capítulo dedicado al estanque vamos a ver las diferentes opciones de filtración disponibles así como los principios de mantenimiento de las condiciones acuáticas. También veremos una lista de las especies de plantas acuáticas más comunes en el estanque junto a su forma de plantado y sus necesidades.