El periodo del año más indicado para la construcción del estanque es la primavera debido a que la temperatura más cálida del agua ayuda al enraizado de las plantas. Antes de comenzar a desarrollar nuestra futura instalación es recomendable pararse a realizar una planificación previa. Precaución que nos va a evitar problemas que des-pués serán muy difíciles de corregir.
El tamaño de nuestro estanque
Las normas que se aplican al acuario son perfectamente aplicables al estanque. Cuanto más grande mejor, primero porque es más sencillo de mantener, una masa grande de agua corrige posibles desviaciones y segundo porque ya será lo suficien-temente grande por lo que no deberemos realizar la engorrosa tarea de ampliarlo.
El tamaño mínimo recomendado para una instalación óptima sería aproximadamente de unos 10 metros cuadrados de superficie. En cuanto a la profundidad se deberá fi-jar una zona no inferior a los dos metros cuadrados con más de un metro de profun-didad. La razón de esta profundidad extra está relacionada con la temperatura:
En la época invernal las aguas superficiales pueden llegar a congelarse. A medida que nos sumergimos el agua va incrementando su temperatura, cuando llegamos al metro aproximadamente el agua se encuentra a una temperatura de 4º C, siendo suficiente para que nuestros peces entren en la fase de hibernación. Si no tomamos está precaución el agua puede congelarse por completo con la consiguiente muerte de nuestros animales.
Por el contrario durante el verano las capas superficiales concentran todo el calor del día. Teniendo más profun-didad disponible ofrecemos a nuestros peces la posibilidad de descender a zonas más frescas ricas en oxígeno. Eligiendo su ubicación Como ya hemos visto los agentes me-teorológicos influyen mucho sobre las condiciones de mantenimiento de nuestro estanque. A la hora de determinar la localización más adecuada deberemos tener en cuenta elementos tales como las horas que se mantendrá expuesto al sol di-recto , zonas de viento, árboles próxi-mos que depositen hojas muertas en el agua y cuya descomposición afecte a su calidad. Además árboles demasiado próximos podrían llegar a dañar el fondo del estanque con las raíces. Construcción del estanque Una vez determinada la zona del jardín donde ubicaremos nuestro estanque |
Estanque de orilla practicable Estanque de orilla practicable |
es el momento de decidirnos por uno prefabricado en material plástico o bien por uno excavado y cubierto con una lona impermeable.
La utilización de estanques prefabricados plantea los problemas de ser demasiado grande para manejarlo con facilidad y por lo general poco profundo para asegurar el metro que necesitamos para permitir la hibernación de nuestros peces. Existen estanques por piezas que se ensamblan, mucho más voluminosos con mayor pro-fundidad, pero con grandes problemas de transporte y manipulación.
Las lonas sin embargo son mucho más prácticas al adaptarse a cualquier forma y profundidad. Lo habitual es la utilización de PVC que es muy resistente, duradero y no presenta problemas de fuga. Los grosores habituales de la lona rondan entre los 0,5 y los 1,5 mm. A la hora de elegirla es conveniente dejarnos asesorar por un comercio especializado. La utilización de lonas inapropiadas pueden dar como resultado fugas y envenenamiento del agua por los materiales empleados en su coloración. Conven-drá asegurarnos que la lona es resistente a los rayos ultravioleta y si tiene resistencia a las heladas.
Calculando los metros cuadrados de lona a emplear
A primera vista puede parecer complicado realizar el cálculo de la lona que vamos a necesitar para aislar el estanque de la tierra donde se instalará. Para poder realizar este cálculo lo más ajustado posible podemos optar por medir con una cuerda el largo y el ancho. A la medida obtenida le añadiremos metro y medio por cada longitud con objeto de crear la denominada barrera capilar.
En esta barrera situada a la orilla colocaremos la grava que sujetará la lona y ente-rraremos parte del sobrante exterior para que sirva de aislante y mejor sujeción.
Diseñando el estanque por zonas
Una vez tengamos las dimensiones de nuestra instalación y los metros necesarios de lona pasamos a la fase de diseño de la morfología de nuestro estanque, es decir; determinar como va a ser su fondo, donde van a ir colocadas las plantas, donde colo-caremos la decoración rocosa y como se planteará la orilla tanto en su parte acuática como en la superficie.
Antes de pasar a describir brevemente las opciones de que disponemos debemos señalar que un excelente material de aislante entre la lona y la tierra es una capa de arena fina. Barrera capilar: Por barrera capilar denominamos a la grava que sujeta la lona en la zona de orilla del estanque, además sujeta la tierra que esta por debajo para que no sea arrastrada ha-cia el agua. Punto A del gráfico Esta orilla puede ser rematada con una capa de guijarros sobre hormigón, césped, una decoración rocosa o una zona de baldosas. Zona palustre: Esta zona está integra-da en la barrera capilar y es una zona plantada con densa vegetación que aporta un aire natural al estanque. Normalmente ubicada sobre una hon-donada entre la superficie y la barrera capilar. Punto B del gráfico Orilla: en la orilla y antes de comenzar el descenso hacía la parte profunda es recomendable la instalación de una hondonada sumergida rellena de sustrato donde se colocarán plantas acuáticas de las denominadas de pies húmedos, es decir; con las raíces y parte del tallo sumergido y el resto emergido. Punto C del gráfico Esta zona además de dar un toque natural al estanque ofrece zonas de sombra donde los animales pueden cobijarse en los momentos mas calurosos del día. Zona de pendiente: Una vez superada la denominada zona de orilla comienza un descenso hacía la parte más pro- |
Corte lateral Estanque Esquema de la orilla Instalando el estanque |
funda del estanque que bien puede ser muy acuasada o desarrollarse de una forma mas escalonada. En cualquier caso estas zonas de pendiente se cubrirán, en fun-ción del desnivel, de construcciones rocosas y sustratos que además de permitir el asentamiento de las plantas protegen a la lona de la acción de los rayos UV.
Zona de profundidad: En esta zona se suelen colocar además de plantas subacuáti-cas plantas flotantes que sirvan de refugio a los peces. Al igual que el resto de la lona se debe proteger con sustrato o gravilla para que los rayos del sol no dañen la lona y se produzcan fugas.
Bueno hasta aquí este primer capítulo relacionado con la instalación de un estan-que de Jardín. Con este artículo he tratado de hacer una pequeña introducción al fascinante mundo del estanque que iré ampliando con futuros artículos donde iremos profundizando en diversos aspectos relacionados tales como la excavación del hoyo, la colocación de la lona, el rellenado de agua y un largo etcétera. Espero que sea de interés.