Todas las plantas requieren del CO2 (dióxido de carbono) para su desarrollo. No en vano la mayor parte de la planta está formada por Carbono. Este elemento es empleado además de para construir su estructura celular para la fabricación de los hidratos de carbono de los que se alimenta. En el acuario las plantas obtienen el Carbono de los carbonatos disueltos en el agua y del dióxido de carbono existente en el mismo.
Los carbonatos y bicarbonatos de calcio y magnesio disueltos en el agua forman parte de la dureza de carbonatos o dureza temporal (Kh). Estos carbonatos y el CO2 son muy importantes en acuariofilia. Las aguas ricas en CO2 transformarán los carbonatos cálcicos en bicarbonatos solubles en el agua. Estos bicarbonatos son asimilados mucho más rápido por las plantas.
Tanto el CO2 como la dureza de carbonatos (Kh) influyen sobre el nivel de Ph del acuario. Cuanto mayor sea el grado de dureza de Kh menos oscilará el Ph. La concentración de C02 en el agua varía en función de la temperatura y la presión y como consecuencia también variará la cantidad de bicarbonatos solubles. En acuarios muy plantados por ejemplo, con carencia de CO2, las plantas tomarán los carbonatos de aquellos que forman el tampón o dureza temporal. Por tanto la cantidad de Kh se verá reducida y como consecuencia también se reducirá el nivel de Ph y la estabilidad de nuestro tanque. Además el ciclo del nitrógeno también tiende a causar una reducción paulatina del grado de Ph.
Para lograr el mayor desarrollo de nuestras plantas debemos tratar de mantener un equilibrio entre el CO2 disuelto en el agua y los carbonatos de calcio y magnesio. Podemos ayudarnos a mantener este equilibrio a través de la introducción de cantidades de CO2 extras. Además este añadido ayudará a tener controlado en todo momento el nivel de Ph. |
Además de la inyección de cantidades extra de CO2 debemos tener en cuenta que en el acuario existen diferentes causas que reducen este elemento. Estudiarlas y corregirlas nos ayudarán a mantener los niveles correctos. Una excesiva turbulencia en la superficie o una fuerte aireación provocan la pérdida de cantidades importantes de dióxido de carbono.
Un acuario en equilibrio es mucho más estable. La inyección o abonado con CO2 se puede realizar de varias maneras. Aparte de los modernos sistemas de inyección con botellas y controladores automáticos de Ph, existen métodos caseros a través de fermentación de levaduras por ejemplo, que requiere de gran control manual y de un riguroso seguimiento de la calidad del agua. Estos métodos requieren de bastante habilidad debido a que las circunstancias del tanque afectan a la cantidad a añadir. Las plantas cuanto más grandes más cantidad de CO2 consumirán. Por el contrario al realizar una poda la cantidad de CO2 requerido será bastante inferior. Esto sin contar como afecta la temperatura a la disolución del dióxido.
Lo más práctico y cada vez menos caro es un sistema de inyección con controlador automático de Ph. Sus lecturas varían en un más menos 0,1 debido a que no en todas las partes del acuario se toman iguales medidas. No obstante es un sistema muy práctico que irá añadiendo gas al tanque en función del Ph que queramos mantener.
A la hora de decidirnos por un equipo de este estilo es importante tener en cuenta los litros para los cuales está diseñado, la dureza de carbonatos y la posición del difusor. Normalmente, y son los más adecuados, vienen incorporados en el filtro o acoplados a su salida. La modalidad de botella recargable es la más económica a largo plazo aunque al principio represente mayor desembolso. |
La cantidad media de CO2 que se añade al agua está en torno a los 35 mg/l. En relación a esta cantidad y al Kh existente se puede conocer de antemano el Ph resultante. Los fabricantes suelen incluir tablas aproximadas de valores. A continuación coloco una pequeña tabla de valores para que sirva de ejemplo.
CO2 añadido
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Kh
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Ph
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35 mg/l
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4º
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6,7º
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35 mg/l
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8º
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6,9º
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35 mg/l
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15º
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7º
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Conclusiones: Los sistemas de abonado con CO2 son muy prácticos y eficientes para el mantenimiento de grandes grupos de plantas. Sin duda el aspecto de nuestro tanque se verá muy mejorado y nuestros niveles acuáticos se mantendrán más estables. No obstante existen algunas contraindicaciones o algunos casos en los que no se debería utilizar.
Por descontado eliminamos el dicho popular que los abonos pueden causar la muerte de los animales durante la noche ya que las cantidades inyectadas son muy pequeñas en relación a las cantidades necesarias para causar la asfixia a nuestros peces.
Una de las contraindicaciones sería en casos de tener grandes cantidades de fosfatos en el agua. Estos fosfatos son un nutriente esencial para la vida de las plantas. Pero con el tiempo el tanque se va llenando de ellos y son las algas quienes los aprovecharán. Si a este hecho le añadimos el abonado con CO2, las algas serán imposibles de erradicar. En este caso si nuestra agua tiene un excesivo nivel de fosfatos sería conveniente si se va a utilizar el abonado recurrir al agua de osmosis.
Otro caso en el que no es recomendable la utilización del abonado sería en acuarios dotados de filtros seco-húmedos. En este tipo de filtro se produce un gran intercambio de gases y por tanto una gran pérdida de CO2. Tener abonado el acuario con CO2 en este caso supone una pérdida de recursos.