Diferentes tipos de cambio de agua en el acuario marino para diferentes necesidades.

Los acuariófilos por norma general confían en que el agua de reposición contenga los iones que se están agotando en el acuario.En este artículo vamos a hablar sobre los cambios de agua en el acuario marino. Asunto trascendente si tenemos en cuenta que lo requerido es hacer el cambio sin alterar en demasía las concentraciones actuales de determinados macro y micro elementos. Las razones que pueden llevarnos ante la necesidad de hacer un cambio de agua son diversas: Desde tratar de equilibrar acuarios con desequilibrio iónico, eliminación de ciertos compuestos nocivos como los nitratos o fosfatos o eliminar la denominada agua vieja. Ante esta tesitura son varias las cuestiones que tenemos que tener en cuenta, entre ellas los parámetros actuales del acuario, los parámetros del agua con la que vamos a reponer los sustituido y como es obvio cuales son los requerimientos de las especies que mantenemos en nuestro acuario.

Cualquier cambio de agua que realicemos provoca un cambio en las condiciones de calcio, alcalinidad, magnesio, nitratos y otros compuestos como por ejemplo los sulfatos, incluido los cambios de pequeños volúmenes donde los cambios obviamente son menos acusados.

La cantidad de agua que se bebe reemplazar dependerá en cierto modo de lo que se persiga con el cambio. Si se trata de reducir desechos orgánicos que han alcanzado valores peligrosos lo más probable es que tengamos que realizar varios cambios de agua uno de tras de otro hasta alcanzar los valores deseados. Si lo que intentamos es alcanzar el valor ideal de un determinado parámetro como el calcio o la alcalinidad lo más apropiado sería hacer cambios de agua diarios. Por último si nuestro objetivo es reemplazar elementos de traza menores como el magnesio o el estroncio entonces podemos realizar cambios de agua de menor volumen más alejados en el tiempo.

Por lo general un cambio de agua puede lograr dos resultados: Aumentar la concentración de algún macro o micro elemento agotado por su mayor presencia en el agua nueva o reducir la concentración de algún compuesto por su menor o ninguna presencia en el agua nueva.

Las adiciones de determinados compuestos, para suplir elementos como el calcio, alcalinidad o magnesio por ejemplo, puede estar acumulando sustancias no deseadas como cloruros, sulfatos, sodio y otras impurezas de origen inorgánico. Los alimentos que introducimos en el agua generan impurezas, ciertas metales como el cobre, desechos orgánicos como desechos nitrogenados y fosfatos. El propio metabolismo de los habitantes del acuario genera toxinas y subproductos metabólicos. Algunos de estos desechos pueden ser retirados a través de ciertos mecanismos pero otros sólo pueden ser eliminados a través de los cambios de agua. Los cloruros y sulfatos no son fáciles de eliminar por ningún medio a no ser que se haga a través del cambio de agua.

Los acuariófilos por norma general confían en que el agua de reposición contenga los iones que se están agotando en el acuario. El magnesio, el estroncio o el hierro son algunos de estos elementos de traza que deben ser agregados. Sin embargo no suele estar claro si el agua salada nueva tiene más o menos elementos traza que el agua que se retira.Si el aficionado mantiene su instalación con garantía con el agua salada que añade entonces no es de gran importancia si el agua que se añade tiene mayor o menor concentración de algún compuesto en particular ya que el valor se estabilizará hacía los valores del agua añadida. Por supuesto, este efecto dependerá de las diferencias existentes entre el agua vieja y la que se añade y el volumen del cambio.

Podemos decir que los cambios de agua son beneficiosos. No está demostrado que sea la forma más efectiva de reducir compuestos inorgánicos pero siempre será mejor cambiar el agua que no hacer nada.

Los acuariófilos por norma general confían en que el agua de reposición contenga los iones que se están agotando en el acuario.
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  Los cambios superiores al 10% del volumen del acuario suponen ajustar la temperatura del agua de recambio para no producir alteraciones.
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Sobre los compuestos orgánicos, nitratos y fosfatos, está clara su mejoría, además es una forma muy recomendada de reducir otros desechos orgánicos que no son susceptibles de ser retirados por el espumador y que no se retienen fácilmente con el uso de absorbentes o carbones activados.

Cambios mensuales de agua

Los cambios superiores al 10% del volumen del acuario suponen ajustar la temperatura del agua de recambio para no producir alteraciones. Por cada cambio de agua realizado las concentraciones del nitrato van siendo reducidas. En acuarios de los denominados sólo peces los cambios de agua tienen menor trascendencia ya que los elementos traza son menos importantes y existe una mayor tolerancia al nitrato. En este tipo de acuario los cambios de grandes volúmenes de agua son más efectivos que los cambios parciales de menor cantidad pero repetidos en menor espacio de tiempo.

La costumbre de realizar cambios pequeños de agua muy a menudo no es tan beneficioso como realizar el mismo número de cambios de agua pero con volúmenes mayores. Sobre un acuario de 200 litros al que se quiere realizar un cambio de agua de 60 litros. Existen varias formas de hacerlo: cambiar los 60 litros a la vez o cambiar ese mismo volumenen tres veces en 20 litros cada vez. Resultan estos dos cambios de agua igual de efectivos? En teoría no ya que en los tres cambios parciales se elimina un parte proporcional de agua nueva añadida. En la práctica sigue siendo más efectivo el cambio de los 60 litros de una sola vez pero la disminución en el porcentaje de residuos eliminados es trivial.

En los cambios totales del volumen del acuario la eficacia, en la eliminación de toxinas y otros compuestos a eliminar, es mucho mayor. En el caso por ejemplo de querer eliminar un pico de amoniaco en un acuario de 200 litros, resulta más eficaz realizar dos cambios de 100 litros que 8 de 25 litros. Las tasas de la toxina a eliminar después de todo el proceso serán inferiores en el caso de los dos cambios de 100 litros. Sin embargo los cambios de grandes volúmenes tienen otra clase de problemas añadidos como son la de la tolerancia de los distintos organismos que pueblan el tanque ante cambios en el medio tan importantes.

El magnesio

Anteriormente hemos visto utilizar los cambios de agua para eliminar toxinas y compuestos dañinos. En esta ocasión vamos a hablar de sustituir agua para reponer los iones de determinados elementos agotados por consumo o precipitación a lo largo del tiempo. Un ejemplo de estos compuestos que se agotan es el magnesio que puede agotarse por asimilación, a través del carbonato de calcio,en esqueletos coralinos de corales o algas o por precipitación sobre el calentador y bombas. Normalmente este agotamiento se produce en acuarios en los que sólo se adita calcio a través de agua de calcio o Kalkwasser.

debemos tener presente que el cambio no afecte en exceso la vida de los organismos del acuario
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En estos casos el volumen de agua a reponer estará en función de los niveles de calcificación del acuario y de la cantidad de organismos que emplean el carbonato calcio para su desarrollo, cosa por otra parte muy difícil de determinar.

En acuarios donde es suplido el calcio y los carbonatos a través de añadir cloruro de sodio o bicarbonato de sodio el agotamiento del magnesio es incluso mayor.

Como realizar pues los cambios de agua:

Cambios grandes volúmenes de agua.

Este es el tipo de cambio realizado por la mayoría de aficionados el cual se basa en reemplazar la misma cantidad de agua por agua nueva. Habitualmente se fija entorno a entre el 10 y el 30% del volumen del acuario al mes. Normalmente estos cambios se realizan de forma manual a través de cubos y sifones aunque los aficionados con mayores inquietudes realizan estos procesos de forma más automatizada. En ambos casos debemos tener presente que el cambio no afecte en exceso la vida de los organismos del acuario. Por ejemplo los organismos no móviles que pudieran quedarse fuera y por tanto expuestos al aire.

Normalmente los parámetros más críticos son los concernientes a la temperatura y a la salinidad. Cuanto mayor es el cambio mayores son también las posibilidades de dañar a nuestros animales. Otros parámetros como el calcio, el magnesio, la alcalinidad, el Ph o los compuestos amoniacales que pudieran haberse generado en aguas almacenadas no suelen verse alterados por cambios de agua no superiores al 30% del volumen.

Cambios pequeños de agua

El proceso es el igual al anterior pero con volúmenes menores y mayor periodicidad. Incluso hay quien realiza cambios diarios entre el 1 y 2% del volumen total del acuario. Como hemos comentado anteriormente estos cambios son menos eficientes que los cambios de mayor volumen pero implican un menor estrés para la vida del acuario. En estos volúmenes no debemos preocuparnos por las alteraciones de los parámetros del acuario ya que la variación será tan leve que a penas se notará.

Otra de las posibilidades, la menos común es la denominada cambios continuos de agua. En este caso el agua se sustituye a la vez que se retira normalmente con dos bombas emparejadas, una que retira el agua a sustituir y otra que agrega el agua nueva. Esta es otra forma también menos efectiva que la de realizar cambios de mayor volumen pero también implica un menor nivel de estrés en los animales al realizar el cambio al unísono. Además tampoco altera el nivel de agua del acuario por lo que ningún animal quedará emergido.

En resumen

Los cambios de agua son siempre beneficiosos para corregir desequilibrios o eliminar aquellas sustancias tóxicas o metales que van acumulándose por diversas causas a lo largo de la vida del acuario. Estos cambios de agua son más efectivos cuanto mayor sea el volumen cambiado pero está sujeta al mayor nivel de riesgo ya que se pueden provocar desequilibrios respecto a las condiciones anteriores. De cualquier modo los cambios de agua son muy recomendables tanto en acuarios con altas concentraciones de compuestos nitrogenados como en acuarios con desequilibrio iónico donde no se puede alcanzar los niveles adecuados de calcio y alcalinidad. En teoría en acuarios de pequeño volumen pueden ser mantenidos con las tasas de alcalinidad, ph y calcio en sus valores correctos con cambios diarios de entre el 30 y el 50% sin tener que aditar ningún tipo de suplemento. En este caso el mejor sistema sería un cambio continuo.

Fuente: http://reefkeeping.com/