Tan importante como la limpieza y el mantenimiento de las condiciones acuáticas es una correcta alimentación. A través de ella vamos a conseguir que nuestros animales se desarrollen perfectamente aumentando su longevidad y potenciando su reproducción dentro de las posibilidades de cada especie.
Lo primero en que debemos fijarnos es que cada especie ha desarrollado una estructura bucal y un sistema digestivo en función del tipo de alimentación requerido. Los animales vegetarianos por ejemplo carecen de estómago y tienen unos intestinos mucho más largos lo que les permite que las materias vegetales estén durante mayor tiempo en contacto con las enzimas que son las encargadas de dividir el alimento en diversos compuestos a través de procesos catabólicos. Los animales carnívoros al contrario de los anteriores presentan intestinos cortos y estomago donde se mantiene el alimento ingerido en contacto permanente con ácidos que favorecen la digestión de las proteínas. En ambos casos en el tramo posterior del intestino los nutrientes son absorbidos por el torrente sanguíneo. El material no absorbido se excreta. Del alimento consumido un 80% se aprovecha y un 20% es expulsado en forma de excremento.
Pautas de alimentación
Una dieta es equilibrada cuando es capaz de proporcionar al animal todos los alimentos esenciales que cubran sus requerimientos energéticos. Estas calorías son de vital importancia para desarrollar los procesos metabólicos y físicos. Las dietas deben componerse en función del animal al que van dirigidas teniendo en cuenta su edad, su sexo, su estado reproductivo y el ambiente en que se encuentra. Uno de los errores que frecuentemente se comete es el de confundir cantidad con calidad. No se alimenta mejor un animal cuanto más come sino cuando de alimenta correctamente.
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Además de su composición debemos prestar atención a que la toma de alimento sea similar a la que realiza el animal en estado salvaje. Esto estimulará su apetito y beneficiará su estado general. Obviamente esto no es siempre posible por lo que trataremos de informarnos para al menos poder ofrecerla de la forma más natural fijándonos plazos deconsumo correctos. Los hábitos de alimentación de los peces depende de diversos factores entre los que se encuentran la temperatura y la cantidad de oxígeno disuelto. A mayor temperatura y por tanto menor reserva de oxígeno mayor será la necesidad de alimentarse. Otro factor determinante es el contar siempre con varios alimentos disponibles a los que se haya habituado el animal. De esta forma si nos es imposible conseguir uno de ellos contaremos con más opciones y no condenaremos al animal a morir de hambre. Ofreciendo el alimento Lo normal es que cuando se ofrezca el alimento los animales se reúnan en la zona habitual del acuario. Esto resta posibilidades a animales más pequeños o tímidos. Por ello conviene buscar la forma de que todos los habitantes del acuario reciban su dosis de alimento. |
Debemos buscar fórmulas de distracción o corrientes de agua que esparzan la comida permitiendo que llegue a diferentes zonas desgranada en menor tamaño.
La velocidad de reparto también puede influir negativamente en el estado de nuestros animales y en las condiciones generales del medio. Ofrecer excesiva cantidad de forma muy rápida va a permitir que restos de alimento no consumido se precipiten en el fondo empeorando las condiciones acuáticas: caídas de Ph, nitritos, nitratos,… Además estas pautas de alimentación sólo beneficiarán a los animales más fuertes y veloces.
Como norma general se ofrecerán varias tomas al día en pequeñas cantidades y nunca antes de apagarse la iluminación. De lo contrario quedarán restos de alimento sin consumir. Las tomas han de ser controladas ya que de ellas se puede determinar el estado de cada animal, como animales inapetentes con posibles problemas de salud, y ajustar las dosis a las necesidades reales.
Otros dos factores a tener en cuenta son las costumbres de los peces y la franja de la columna de agua en la que habitan, factor este relacionado con la posición de la boca. Si mantenemos animales crepusculares es más adecuado alimentar al anochecer.
Cantidad de alimento
La cantidad del alimento ofrecido varía por múltiples factores que debemos tratar de controlar. El primero de ellos es el número de animales, su peso aproximado y la temperatura del agua. Pueden existir alteraciones de carácter temporal como la presencia de enfermedades o el empeoramiento de las condicionas acuáticas.
Lo habitual es suministrar aproximadamente un 5% de su peso corporal al día aunque este dato puede variar con la especie y no siempre es sencillo determinar el peso del animal a no ser que se cuente con bastante experiencia y se hallan tomado anotaciones de animales fallecidos anteriormente.
La cantidad está relacionada con la frecuencia así que podemos fijarnos las siguientes pautas para al menos tener garantizados una correcta dosificación:
- Cada toma estará compuesta por todo el alimento que los animales sean capaces de ingerir sin que queden sobras.
- Evitar pecar de sobrealimentación con alimentos ricos en carbohidratos o alimentos secos con alto contenido proteico ya que provocarán problemas intestinales y enfermedades hepáticas. Por lo tanto se debe complementar y alternar los alimentos secos e hidratados con alimento vivo prestando especial atención a las fibras.
- Es recomendable que los animales ayunen un día a la semana. Está sana costumbre no la aplicaremos con larvas o animales jóvenes en desarrollo cuyos requerimientos nutricionales son mayores y sus reservas pequeñas. Durante el día de ayuno se puede ofrecer algún alimento de distracción lo que evitará que los animales se molesten entre ellos o picoteen la decoración. Normalmente por alimento de distracción ofrecemos vegetales o frutas. frutas como el Kiwi anudados a un plomo son muy atractivos para muchas especies de peces.
Cuando debemos reducir la cantidad de alimento
Existen una serie de factores que condicionan la cantidad de comida que se debe ofrecer a nuestros animales, aunque dependerá de las especies:
- Temperaturas demasiado bajas. Más de 5º C por debajo de la temperatura normal.
- Temperaturas demasiado altas. Superiores a los 27º C.
- Presencia de enfermedades
- Alteraciones en la calidad del agua: Oxígeno disuelto, aumento de amoniaco, turbidez, etc.
- Manipulados. Por ejemplo en envíos de animales se debe suspender la alimentación unos días antes para que las heces no contribuyan a empeorar el agua de transporte.
- Periodos de aclimatación. Los animales salvajes están acostumbrados al alimento vivo por lo que se deberá ir ofreciendo gradualmente otros tipos de alimento, mezclado con alimento vivo. Otros animales del tanque pueden contribuir a esta adaptación aunque puede depender de la especie y del nivel de estrés de cada animal.