Hasta la fecha hemos visto durante nuestro breve curso dedicado a la acuriofilia marina aspectos relacionados con el agua marina, los sistemas de filtrado, diferentes equipos y algunos apuntes sobre la decoración de nuestro acuario. En este último capítulo del curso vamos a tratar de los animales que poblarán nuestra instalación, sobre su elección y las acciones más adecuadas para introducirlos al acuario tras su compra.
Llegados a este punto comenzaremos diciendo que sólo debemos introducir animales en nuestra instalación una vez se haya conseguido madurar y hayamos conseguido mantener el equilibrio iónico adecuado. Para llegar a este punto ha debido de pasar un tiempo considerable que puede haberse alargado desde un mes hasta los cuatro dependiendo de la carga de roca viva que hubiéramos introducido en el momento de arrancar nuestro acuario. Este tiempo dedicado a la maduración del tanque también varía en función de las especies que queramos mantener. Si nuestra intención es mantener invertebrados necesitaremos más tiempo para lograr las concentraciones necesarias de yodo, magnesio, estroncio y calcio principalmente.
Eligiendo las especies
Antes de realizar cualquier compra debemos de informarnos de los requerimientos, en todos los sentidos, de los animales que vamos a adquirir. Evitando la compra compulsiva y manteniendo la paciencia necesaria lograremos mantener los animales que deseemos sin caer en la nefasta rutina de pérdida de animales recién adquiridos.
Una vez elegidas las especies a mantener aplicaremos las técnicas ya comentadas en el curso de acuariofilia de agua dulce y totalmente aplicables en el acuario marino antes de adquirir el animal. Antes de pasar a comentarlas hablaremos de las diferentes opciones que tenemos de comprar animales vivos. Todas ellas tienen sus ventajas e inconvenientes.
La primera de ellas es la adquisición directa al importador sin que los animales pasen periodos de adaptación, para ello compraremos los animales en nuestro comercio habitual pero pediremos que nos lo entreguen con la bolsa de transporte, directamente como llegán de la importación. Esta opción en teoría tiene menos riesgos porque los animales sólo pasarán un periodo de aclimatación en nuestro propio tanque de cuarenta, el cumplimiento de esta cuarentena es totalmente obligatoria. Su precio de adquisición será más atractivo al no correr el profesional con gastos extras por pérdidas de animales.
Transporte animales en bolsas individuales Aclimatación a las nuevas condiciones Bolsas aclimatandose sin iluminación Labroides dimidiatus ya aclimatado |
La segunda de las posibilidades es la compra de animales expuestos en nuestro comercio habitual. En teoría y en función de la calidad del comercio estos animales han pasado varios periodos de aclimatación en los acuarios del mayorista y del minorista y aunque en potencia ha existido más riesgo de bajas el periodo de cuarentena al que han sido sometidos nos garantiza en cierto modo el buen estado de salud de los animales expuestos. Llegado a este punto aclarar que no todos los comercios realizan estos periodos de cuarenta. Su precio final de venta nos puede dar una idea de si han pasado o no dicha cuarentena. Un profesional que es estricto con estas prácticas ha tenido que hacer frente a desembolsos económicos que irremediablemente va a tener que aplicar al precio de venta. Si adquirimos los animales nada más ser recibidos es habitual que tengamos problemas de bajas, enfermedades y parásitos. La tercera de las formas y la más novedosa es la compra de animales a través de internet. Es cierto que de este modo no tenemos referencia visual de la compra que realizamos pero si compramos a un comercio que nos garantice la cuarentena en sus instalaciones no debemos tener problemas. En este caso los animales son transportados en bolsas individuales en condiciones de temperatura y cantidad de oxígeno estables por lo que el porcentaje de bajas se ve muy reducido. Nosotros hemos realizado compras de las tres formas posibles y en cada una de ellas hemos tenido éxitos y fracasos. Por ejemplo los animales de nuestro proyecto marino que podéis ver, si no lo conocéis en el siguiente enlace , proceden todos de la compra de internet y dos semanas después de su adquisición no se ha producido ninguna baja. |
Si elegimos la forma más habitual de compra que es la de adquirirlos en nuestro comercio habitual de entre los animales expuestos deberemos fijarnos en la forma de natación del pez evitando adquirir aquellos que naden de forma anormal realizando mucho esfuerzo. Animales huidizos o asustadizos pueden mostrar signos de estrés pero también puede ser consecuencia de su corto periodo de adaptación a la instalación, sus hábitos nocturnos o la presencia de otros animales dominantes.
Debemos tener en cuenta que los animales al sentirse observados pueden ponerse nerviosos por la posibilidad de recibir alimento. Para evitar confundir estos síntomas con situaciones de natación errática o repetitiva es importante observar a los animales a cierta distancia y durante un periodo de tiempo suficiente.
Además de las pautas natatorias debemos fijarnos en el animal: su coloración y forma, el estado de sus ojos, que no se presenten hundidos, hinchados o blanquecinos. La presencia de heridas o desgarros también debe hacernos reconsiderar la posibilidad de adquirir el animal. Una buena fórmula para comprobar el estado de un animal es comprobar la forma de alimentarse. Pedir al profesional que alimente a los animales en nuestra presencia nos puede servir de indicativo de su estado de salud.
Otro factor importante y no comentado a tener muy en cuenta es interesarnos por la procedencia de los animales. Aunque en la actualidad son varias las especies reproducidas en cautividad la mayoría de ellas proceden de recolecciones en estado salvaje. No adquirir animales catalogados en el CITES como amenazadas sino somos capaces de garantizar su mantenimiento o adquirir animales bajo el certificado Marine Aquarium Council nos garantizará que los animales no han sido recolectados con el empleo de cianuro ni otras prácticas ilícitas que a la larga terminarían por destruir los arrecifes coralinos.
Aclimatando animales recién llegados
Una vez adquiridos los animales nos enfrentamos al momento más crítico para su supervivencia, el periodo de adaptación en nuestro acuario. Nuestras condiciones acuáticas y alimento distan mucho de las condiciones a las que han sido mantenidos los animales durante el proceso de recolección, envío y cuarentena. Las primeras semanas son críticas en este aspecto y durante ellas se produce la mayor tasa de mortandad. Las razones son varias y puede ir desde unas condiciones inadecuadas de mantenimiento, una imposibilidad para adaptarse a la nueva alimentación o condiciones de estrés por la presencia de otros animales más agresivos.
Prácticamente la totalidad de los animales adquiridos presentan cierto grado de actividad parasitaria que en condiciones inadecuadas de mantenimiento pueden degenerar en diversas patologías que en casos graves pueden acarrear la muerte de nuestro animal.
Existen tres factores que influyen totalmente en la adaptación de los animales nuevos. La iluminación, la salinidad y la temperatura. La primera de ellas está relacionada con las lámpara de halogenuros metálicos tan extendidas en la acuariofilia marina. Colocar las bolsas de transporte de igual modo que en el acuario de agua dulce, abiertas y flotando para igualar la temperatura, con la iluminación encendida puede provocar graves quemaduras tanto a los peces como invertebrados. Por ello el proceso de adaptación se debe hacer con la iluminación apagada. La oscuridad también ayudará a que los nuevos animales puedan esconderse sin verse acosado por otros animales presentes en el acuario.
Normalmente la densidad presente en las bolsas de transporte es inferior incluso a los 1020, con ello se consigue reducir la presión osmótica de los animales. En los acuarios de arrecife con densidades superiores se debe ir incrementado la presente en las bolsas paulatinamente. Incluso y dependiendo de la especie este aumento se efectuará gota a gota o al menos hacerlo paulatinamente retirando pequeñas cantidades de agua y reponiéndolas con tanque del acuario.
La cuarentena
Aunque difícil de realizar por el aficionado común al no poder disponer de tanques auxiliares con las mismas condiciones acuáticas que el tanque principal es una práctica muy recomendable para evitar introducir parásitos o enfermedades en fase de incubación.Sobre todo resulta práctico para tratar patológicas como compuestos químicos, como el sulfato de cobre, no soportados por la mayoría de invertebrados.
Conclusiones de nuestro curso de acuariofilia marina
Quizás para muchos de nuestros lectores el curso ha sido breve y bastante superficial pero hemos de deciros que esa era nuestra intención inicial, es decir; realizar un breve manual que sirviera de pequeña introducción a todos los acuariófilos que se acercan por primera vez a la hermana mayor de la acuariofilia. A partir de aquí se puede ampliar la información en las excelentes guías y libros publicados o en el resto de artículos que vamos publicando periódicamente. No obstante queremos comentaros que existe un compromiso por nuestra parte de actualizar el curso porque desde que se empezó a realizar nuestros conocimientos y experiencia se han ido desarrollando y por ello podemos profundizar en algunos aspectos que hemos tocado superficialmente.