Dentro de los carasios (Carassius Auratus) encontramos una sorprendente variedad de ojos modificados denominada como telescopios o Demekin que es como los conocen en Japón aunque su procedencia sea china.
Como resulta obvio al observar por primera vez a estos peces lo que más nos destaca es precisamente la colocación de sus ojos que se encuentran proyectados hacia fuera. Los animales considerados de mayor calidad son aquellos que presentan ambos de modo simétrico. Mayoritariamente presentan el cuerpo corto redondeado y doble juego en todas sus aletas, exceptuando la dorsal y las pectorales, destacando por su tamaño una doble aleta caudal de puntas redondeadas. Aunque está sería la forma tipo del telescopio es habitual encontrar animales de cuerpos más alargados y animales que entran en el tipo pero con disparidad de formas en su aleta caudal incluida la forma típica de cola caudal del carasio común, es decir simple y de puntas redondas.
Los Telescopios no se encuentran entre los peces más grandes de Carasios. Ejemplares adultos rondan los 15 cm de talla aunque excepcionalmente y en tanques especialmente grandes pueden superar este tamaño. Ha sido sometido a una cría en cautividad tan desarrollada que las variedades cromáticas que podemos encontrar son excepcionales: Además de las variedades monocromáticas, con gran variedad en cuanto a su intensidad, de naranja, sin duda la más común, negro, rojo, amarillo o blanco, la más rara, podemos encontrar animales bicolores entre la que destaca la coloración denominada panda con ojos y aletas de color negro y cuerpo blanco. Variedades bicolores rojo-blanco, rojo-negro y amarillo-negro son también bastante comunes pero más difíciles de encontrar sobre todo las dos últimas. Por último hay que nombrar las variedades multicolor entre las que destaca la denominada calico.
Mantenimiento en acuario Debido a la cuidada cría a la que son sometidos los telescopios han dejado de ser especies para mantener en estanques, a excepción de la variedad conocida como moro negro que citaremos después, por se incapaces de tolerar bien temperaturas bajas. Hablando de acuarios propiamente se debe establecer la necesidad de ubicarlos en tanques a partir de los 70 litros para el mantenimiento de tres animales. Se deberá descartar desde un primer momento las tan conocidas urnas redondas que comprometen seriamente el intercambio gaseoso. La forma redonda del cuerpo del telescopio puro nos da a entender sus moderadas capacidades para la natación. Esto es indicativo de que la filtración instalada no debe crear turbulencias que les provoque una dificultad añadida. No obstante esta limitación no debe restar efectividad a la misma. Debido también a sus prominentes ojos debemos descartar todo objeto decorativo que presente aristas o puntas con las que puedan dañarse los animales. Sin embargo si es recomendable la plantación de plantas naturales que soporten las temperaturas moderadas de la instalación y que nos ayuden a controlar los compuestos nitrogenados como Cabomba, Elodea o Mriophyllum. Los telescopios son bastante sensibles a los cambios bruscos en los parámetros acuáticos. Cambios de agua de importancia alargados en el tiempo llegan a ser contraproducentes por la gran diferencia existente entre el agua renovada y la que se sustituye a la que los animales estaban acostumbrados. |
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Cambios de un tercio cada 15 días puede ser lo recomendable para que muestren su mejor estado de forma. Los parámetros deben ser mayoritariamente aguas neutras aunque toleran perfectamente ligeras variaciones en ambos sentidos, blandas a moderadamente duras hasta los 10º Gh, dureza de carbonatos hasta los 8º Kh y una temperatura comprendida entre los 18 y los 23º C.
Al igual que el resto de Carasios son omnívoros por lo que no plantean ninguna dificultad a la hora recibir la alimentación. Ofreciendo una alimentación rica y variada eliminaremos problemas de salud y problemas en el aparato digestivo que podrían desembocar en graves alteraciones en la vejiga natatoria a la que son proclives. Además debemos tratar de dar pequeñas tomas pero en mayor número con lo que reduciremos en mayor medida dicha posibilidad.
Una de las particularidades de los Telescopios es su escasa vitalidad, debido por un lado a su escasa capacidad natatoria y por otro a sus limitaciones visuales que parecen agudizarse con el paso de los años. Son muchos los especialistas y autores de manuales sobre la variedad que citan que a partir de los dos o tres años de mantenimiento comienzan a padecer problemas degenerativos en la vista lo que llega incluso a producir ceguera en muchos casos. No vamos a posicionarnos nosotros sobre este aspecto que nos es francamente desconocido pero si puntualizaremos que es conocido el caso de muchos animales que pasados este tiempo mantienen perfectamente la capacidad visual eso si prefiriendo acuarios de iluminación tamizada.
Variedades
Las variedades de telescopios hacen relación a animales que presentando los ojos en su forma típica presentan alguna particularidad morfológica diferente. Dentro de estas variedades, por ser considerado por muchos como tal, se encuentra el moro negro o Dark moor. Esta variedad cromática es una de las más populares presentando una coloración completa de color negro de aspecto de terciopelo. Con la edad tienen a perder la pureza del negro y es una de los telescopios más recomendables, por su gran resistencia, para mantener al aire libre en estanque en zonas de clima moderado. En estas condiciones intensifican su coloración debido a la presencia de la luz natural y de la alimentación natural complementaria.
Muchas otras variedades de Carasios presenta ojos de telescopio lo que determina su clasificación como tal. Entre ellas podemos encontrar Goldfish comunes, Ryukin, boinas rojas auténticos con crecimientos carnosos de color rojo en la cabeza, Goldfish pom-pom denominados así por presentar las mismas protuberancias pero esta vez en las fosas nasales y variedades de Orandas. Todas ellas denominadas variedades establecidas por transmitir esta herencia genética de una generación a otra.