En la naturaleza las plantas acuáticas se desarrollan siempre que estén presentes tanto en el agua, como en la corriente y en el sustrato las cantidades apropiadas de nutrientes.
Dichos elementos esenciales para la vida de las plantas se asimilan en presencia del oxígeno. La presencia y función de este gas en el agua libre es clara pero de qué forma y en que cantidad el oxígeno está presente en el sustrato?.
Las aguas libres presentan una gran tasa de oxigenación siempre que no estén estancadas ni sobrecalentadas. Sin embargo el sustrato tiene una atmósfera reduc-tora. Es decir; La cantidad de oxígeno presente es mucho menor según vamos profundizando en el fondo.
Debido a la presión del agua acumulada bajo el sustrato (presión freática) parte de esta agua emerge en diferentes zonas junto a nutrientes modificados de asimilación inmediata por las plantas. Esto es lo que en la naturaleza se conoce como manantial de nutrientes y son distinguibles aquellas zonas con manantial por acumular un gran volumen de vegetación.
El agua emergente es rica en oxígeno mientras que el agua que queda en el fondo es pobre. El oxígeno presente en esta agua emergente alimenta a las colonias bacteria-nas de la capa de la superficie formando un filtro biológico en el sustrato.
En el acuario obviamente no se pro-duce esta circulación de agua si no la provocamos. Para ello utilizamos el denominado calentador o cable de fondo. El calentamiento de las capas inferiores del sustrato provocan unas lentas corrientes de convección. Con una granulometría apropiada y la potencia correcta en función del volumen de la grava lograremos una circulación de todo el agua del tan-que a través del sustrato cada 24 horas. |
Con ello logramos que las condiciones anaeróbicas sean las idóneas para el aprovechamiento de los nutrientes por parte de nuestras plantas y potenciamos su enraizado.
Otra de las funciones importantes que realizan los cables calentadores es la de llevar hasta el fondo del sustrato, a través de estas corrientes de convección, los abonos y fertilizantes aportados para corregir el desgaste de los nutrientes colocados en las capas inferiores del sustrato: Arcilla, hierro y minerales, elementos de traza, etc.
Como he comentado la granulometría de la grava que forma el sustrato es uno de los elementos claves en el buen funcionamiento del calentador. Un tamaño de piedra exagerado provocaría una circulación muy rápida del agua y una muy grava muy pe-queña acabaría por apelmazar las capas inferiores por el propio peso del agua. Con lo que no existiría circulación de ningún tipo. La Grava más recomendable es aquella formada por rocas de cuarzo entre los 3 y 5 mm de grosor.
El otro elemento de importancia para el buen funcionamiento del calentador es su propia potencia. Existe la regla general que aconseja de dos a tres vatios por cada 10 litros de agua. Los aparatos más prácticos son aquellos que tienen incluido un termostato que determinará su encendido y apagado. |
Normalmente el cable calentador proporciona una temperatura al agua interior del sustrato de unos 2 grados por encima a la que presenta el agua del exterior. Si la temperatura establecida para el termostato es sobrepasada por ejemplo en el Verano este se apaga automáticamente volviéndose a encender cuado la temperatura vuelva a descender.
El cable calentador es independiente del calentador del acuario y sus funciones como hemos visto anteriormente son diferentes. Mientras que el calentador del acuario mantiene la temperatura del agua en los niveles adecuados para nuestros animales y plantas el calentador de sustrato provoca las corrientes por conducción que ayudarán a la asimilación de los nutrientes. Además la utilización de este tipo de aparato es segura al ciento por ciento por lo que no debemos temer a ningún tipo de accidente eléctrico.