Es corriente que de vez en cuando se produzcan informaciones o noticias relacionadas con el conservacionismo del medio ambiente que siembra cierta intranquilidad ecológica entre los aficionados a la acuariofilia marina. Recientemente la UNEP (Programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente) ha redactado un extenso informe de más de 60 páginas sobre el comercio global de especies marinas titulado “Del océano al acuario”, el cual podéis encontrar íntegro en el siguiente enlace http://www.ourplanet.com/wcmc/pdfs/aquarium.pdf. Es del todo interesante puesto que desvela el volumen aproximado de animales que se mueve en el mundo, describe todo el proceso desde la captura hasta la puesta a la venta e informa de las especies más populares en cuanto a capturas. A través de esta serie de artículos vamos a ir desgranando el informe, resumiéndolo y analizándolo para que resulte más amena su lectura.
Realizada esta pequeña introducción comenzamos con el informe.
Cuando observamos con admiración un acuario de arrecife pocas veces nos paramos a pensar en el origen de los animales de bellos colores que podemos ver. Todos ellos han sido recolectados en sus orígenes y han pasado una serie de manipulaciones hasta recalar en nuestra instalación. Ha sido un duro viaje desde los arrecifes coralinos tropicales desde donde se recolectan, se empaquetan en bolsas de plástico y se envían a importadores y comercios de Europa y de Norteamérica en cajas de poliespan. En el artículo que comentamos se traba de analizar de forma objetivo la industria acuariófila internacional sin dejar de lado el echo de que esta industria es una fuente de riqueza potencial para las comunidades locales de los arrecifes coralinos. El impacto que representa estas prácticas recolectoras a motivado a los gobiernos y responsables el inicio de acciones para regular las técnicas de captura y controlar el impacto sobre el ecosistema siempre tratando de no mermar el incentivo económico para las comunidades locales. La información contendida en este informe trata de ofrecer datos cuantitativos de lo que realmente supone las actividades del sector con objeto de promover prácticas que permitan una explotación sostenible de la riqueza marina.
Se estima que existen en el mundo entre 1,5 y 2 millones de personas con acuarios marinos. El comercio que provee de especimenes vivos es una gran industria multi millonaria que mueve entre 200 y 330 millones de dólares anualmente. Las especies marinas ornamentales (peces, corales e invertebrados) son recolectados y enviados principalmente de Asia suroriental pero cada vez son más las exportaciones procedentes de otras localizaciones en los Océanos Índico y Pacífico. |
Los principales consumidores de estos animales son por este orden Estados Unidos, la Unión Europea y en menor medida Japón. Son pocas las especies del arrecife de coral que son recolectadas para otro fin que no sea su mantenimiento en acuarios ya que éste representa su mayor valor añadido.
En su origen se estudio la posibilidad de apoyar la recolección en zonas costeras deprimidas donde los niveles de pobreza son realimente preocupantes. Con esta idea se trataba de implicar a las comunidades locales en la conservación de los arrecifes al representar estos una fuente de ingresos. Sin embargo y aunque esta idea es la más eficaz, la existencia de técnicas de captura perjudiciales para los ecosistemas que se emplean bastante a menudo, la sobre explotación de determinadas especies y los altos niveles de mortandad en los animales recolectados debido a una manipulación inadecuada minan este potencial y plantea controversia sobre la sostenibilidad de esta industria. Consecuentemente el comercio de la acuariofilia marina ha estado permanentemente en controversia con quienes abogan por el conservacionismo de las riquezas naturales. Los representantes políticos en consecuencia tratan de crear un marco legislativo que proteja los arrecifes coralinos sin amenazar una actividad económica legítima que conlleva rentas de subsistencia para las comunidades locales dedicadas a la recolección.
Desde un primer momento el debate se ha planteado sin acceso a datos cuantitativos veraces e imparciales sobre el impacto del comercio. Se han presentado multitud de informes y opiniones de diversa índole lo que ha terminado por tener conclusiones poco esclarecedoras. A partir del año 2000 el programa para la conservación del medio ambiente de Naciones unidas (UNEP-WCMC), el Marine Aquarium Council (MAC) y miembros de las asociaciones comerciales del ramo comenzaron a colaborar para tratar de conseguir información veraz y se creo la base de datos global de acuariofilia marina (GMAD). Los datos comerciales se han obtenido a través de las exportaciones e importación realizadas por importadores a través del registro de las facturas comerciales, se ha hecho un gran esfuerzo por estandarizar los datos y se ha hecho pública la información recogida de forma permanente en la web oficial de la UNEP http://www.unep-wcmc.org/marine/GMAD/.
En 2003 se hicieron públicos los primeros informes que hablaban de 7,7 millones de animales importados y 9,4 millones de animales exportados, repartidos en 2.393 especies de peces, corales e invertebrados. Estos informes han permitido cuantificar de forma más exacta el volumen de negocio del sector a nivel global.
Hablando de peces
Un total de 1.471 especies de peces marinos son los que mueve el comercio en todo el mundo. La familia Pomacentridae y de entre ellas los peces denominados como Damiselas representan prácticamente la mitad de los individuos capturados de un total de entre 20 y 24 millones de ejemplares. Los peces ángel de la familia Pomacanthidae, los Cirujanos de la familia Acanthuridae, Lábridos (Labridae), gobios (Gobiidae) y los peces mariposa (Chaetodontidae) suponen entre el 25 y el 30% de las especies.
Las especies más populares Chromis viridis (Damisela verde o castañuela),El Amphiprion ocellaris (Pez payaso o pez anémona), Dascyllus aruanus (Damisela de tres bandas), Chrysiptera cyanea (Diablo azul) y Dascyllus trimaculatus (Damisela domino) y otras cinco especies representan cerca del 36% de las especies comercializadas entre 1997 y 2002. Entre ellas se incluyen determinadas especies que presentan dificultades para su mantenimiento en cautividad. Sin embargo se comercializan mayoritarimente. Estamos hablando del Labroides dimidiatus (Labrido limpiador) con 87.000 importaciones durante ese periodo. Otra especie es el Synchiropus splendidus (Pez o blenio mandarín). Otras especies realmente complicadas de mantener en cautividad por su exclusiva forma de alimentarse son también comercializados con normalidad pero en menor grado. Chaetodon capistratus (Pez mariposa de 4 ojos), Oxymonocanthus longirostris (Pez aguja hocicudo) y Labroides phtirophagus.
Hablando de corales Un total de 140 especies de corales pétreos, casi todos scleractinians (corales duros), son comercializados en todo el mundo. Una estimación cita aproximadamente entre los 11 y los 12 millones de individuos. No obstante estas cifras son orientativas debido a las dificultades asociadas a la identificación de los ejemplares, mucho más compleja que en el caso de los peces. Los géneros más populares son Trachyphyllia, Euphyllia, Goniopora, Acropora, Plerogyra y Catalaphyllia que suman aproximadamente el 56% del comercio de coral vivo entre 1998 y 2002. Los octocorales (corales blandos) también son comercializados en gran número, alcanzando cerca de los 390.000 ejemplares anuales durante el mismo periodo. El Sarcophyton sp. (corales cuero) y el Dendronephthya sp. son las especies más populares. Sin embargo, mientras que el Sarcophyton es una especie robusta, de rápido crecimiento y de fácil propagación a través de su esquejado, la Dendronephtya sp. suele perecer al cabo de unas semanas, debido principalmente a que carece de algas simbiontes fotosintéticas y depende exclusivamente de los alimentos disponibles en la columna de agua. |
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Hablando del resto de invertebrados
Del resto de invertebrados (sin contabilizar los corales) se comercializan más de 500 especies para el acuario marino. Las dificultades para determinar las especies con facilidad hace difícil llegar a cifras exactas. La cifra de animales comercializados está entre los 9 y 10 millones de ejemplares, sobre todo de moluscos, camarones y anémonas. Dos grupos de especies pertenecientes a los géneros de camarones limpiadores, el Lysmata y el Stenopus y el género de las anémonas Heteractis suponen prácticamente el 15% de todos los invertebrados comercializados.
Después de conocer estos primeros datos existe la necesidad acuciante de conocer información fidedigna sobre las poblaciones salvajes de las especies más comúnmente comercializadas. Con ambos datos disponibles se pueden tomar medidas de actuación para llegar al objetivo de lograr tener un comercio sostenible de especies ornamentales marinas. Además de esto se deben hacer otros esfuerzo en la gestión del comercio de especies tratando de certificar las exportaciones e importaciones al objeto de que hayan sido recolectadas de forma no dañina para el ecosistema. En los países de origen se deben poner en práctica medias tales como límites de tamaños y número de especimenes al año, restricciones a las zonas de captura y permisos que autoricen la recolección.
Es esencial por otra parte potenciar la investigación sobre la producción en cautividad de estas especies, reduciendo la presión sobre los arrecifes pero sin eliminar por completo las capturas salvajes para que las propias comunidades locales se encarguen de salvaguardar sus fuentes de riqueza. En la actualidad solamente una quinta parte de las almejas gigantes son cultivadas, entre un 1 y un 10 % de peces y menos del 1% de las especies marinas son viables de criar en cautividad. Incluso las que se logra reproducir son en un número muy inferior a la demanda comercial.