Hasta ahora hemos visto una serie de cuestiones relacionadas con la instalación del tanque, los diferentes equipos, el mantenimiento de las condiciones del agua y de los animales. En este capítulo vamos a ver como decorar nuestro tanque y como instalar plantas acuáticas.
Sin lugar a dudas las plantas acuáticas son el mejor modo de vestir de largo nuestro acuario. Además de una clara función estética cumplen una serie de funciones que no debemos pasarlas por alto: Sirven de cobijo a los animales y restan iluminación creando sombras adecuadas para los peces más tímidos, son el refugio ideal para los alevines recién nacidos y peces jóvenes amenazados de depredación, ayudan a la lucha contra las algas al competir con ellas por los nutrientes y aunque en un acuario doméstico no es de importancia por su envergadura y el número de plantas, aportan oxígeno al agua a través de la fotosíntesis.
En presente capítulo de nuestro curso de acuariofilia básica nos vamos a centrar en las instalaciones estándar, es decir; aquellas que no superan los 45 cm de alto y por ello no es obligatorio el abono con CO2. Tampoco vamos a hablar de momento de los filtros calentadores de fondo por constituir una instalación más avanzada. Ya trataremos estas cuestiones en otros artículos del sitio. Precisamente en esta actualización podéis encontrar un interesante artículo en la sección de plantas acuáticas con el título abonando con CO2
En el tercer capítulo hablamos de la iluminación del acuario y tenéis disponible en la sección de equipamiento un artículo sobre los distintos sistemas aptos para su uso en acuariofilia. Ahora nos centraremos en los requerimientos de nuestras plantas. Como se puede deducir, debido a la fotosíntesis, las plantas necesitan luz para desarrollarse. |
Para determinar cuanto iluminación necesitamos existe una regla de aplicación general que podemos utilizar. Se trata de multiplicar cada litro de agua (altura del tanque por anchura y longitud) por medio vatio si es un acuario moderadamente plantado y por un vatio si es denso. Para entenderlo ponemos un ejemplo. Si nuestro acuario es de 200 litros, multiplicándoles por medio nos da como resultado 100. Esto quiere decir que para un acuario moderadamente plantado necesitaríamos 100 w.
Si utilizásemos tubos fluorescentes alcanzaríamos este requerimiento sumando tubos en función de su longitud y su potencia. Por ejemplo si fuesen tubos de 25 w necesitaríamos 4 para alcanzar los 100 w requeridos.
La falta de potencia no se compensa aplicando más tiempo de encendido. Lo único que conseguiremos con ello es potenciar el crecimiento de las algas. Un fotoperiodo correcto sería el comprendido entre 10 y 12 horas diarias.
El sustrato
Otro elemento importante para nuestro acuario es el sustrato de fondo. Éste juega un papel importante en la nutrición de las plantas. En este sustrato viven bacterias que con ayuda del oxígeno transforman los desechos en sustancias aprovechables para las plantas. En esta tarea se produce una reducción de la cantidad de oxígeno disponible en estas capas del acuario. Para que las bacterias puedan vivir necesitan de ese aporte de oxigeno que se va a producir gracias a la circulación del agua.
Sustratos con una granulometría excesivamente pequeña se compactarán por el peso del agua y no permitirá su circulación. Por el contrario si su granulometría es excesiva se produciría el efecto contrario también con efectos negativos.
Una granulometría adecuada sería la comprendida entre los 3 y los 5 mm de diámetro. El sustrato deberemos colocarlo inclinado, es decir; que de la parte frontal a la trasera vaya de menor a mayor altura. Con ello conseguimos un efecto visual de profundidad. La altura recomendable para esta parte delantera sería de unos 5 cm aproximadamente. |
Antes de introducir el sustrato al acuario es importante deslavarlo. Para ello podemos utilizar un cubo de plástico llenándolo hasta la mitad de grava y el resto con agua. Tras varios cambios de agua y una vez escurrido podemos colocarlo ya en el tanque. Resulta conveniente en acuarios nuevos instalar una primera capa de grava especial con abono para las plantas de aproximadamente 2 cm. Esto les ayudará en la fase de enraizado. Posteriormente se las abonará periódicamente a través de sustancias disueltas en el agua.
Elementos decorativos
Cualquier objeto que vayamos a introducir en el acuario debe ser necesariamente limpiado. De lo contrario será un trabajo extra que tendrá que desarrollar el filtro. Tanto las rocas como los troncos han de ser deslavados y frotados con un cepillo si fuera necesario para eliminar las impurezas.
En la elección de las rocas se deberá tener en cuenta que no tengan cantos afilados que puedan dañar a los peces y que sean lo más neutras posibles. Esta última particularidad hace referencia a que las piedras si son susceptibles de deshacerse arrojarán al agua diversas sustancias que alterarán los niveles de sales disueltas y por tanto los grados de dureza y el Ph del agua. Por eso desestimaremos rocas calcáreas.
Los troncos son un excelente complemento para darle un toque más natural a nues-tra instalación. En los comercios especializados podemos encontrar troncos tratados. Comprados o recolectados todos los troncos tienden a teñir el agua en mayor o menor medida. Los taninos desprendidos por los troncos no son tóxicos para los peces y tras unos cambios de agua habrán desaparecido. Por último hay que tener en cuenta que mucha cantidad de troncos hará que nuestro grado de Ph tienda a bajar, por eso si vamos a mantener especies alcalófilas (peces que requieren de Ph alcalinos) será más recomendable no introducirlos y optar por una decoración mayo-ritariamente formada por rocas.
Una vez colocados todos los elementos de la decoración podremos llenar parcial-mente nuestro acuario de agua. Este llenado parcial nos facilitara la tarea de plantado. Para no desmantelar el sustrato con la fuerza del agua es necesario utilizar un plato sobre la que verterla. Una vez se mantenga la temperatura estable acondicionaremos el agua a los niveles requeridos y tras una semana aproximadamente, en cuanto se estabilice el Ph, ya estaremos en situación de enfrentarnos a la colocación de las plantas.
Para ello una vez seleccionadas y adquiridas en el comercio las retiraremos el tiesto de plástico o el plomo, dependiendo del caso. Después debemos retirar todas las hojas y raíces que pudiesen estar dañadas. Realizar una poda de las raíces ayudará a que éstas al crecer sean más vigorosas. |
A la hora de establecer la localización de cada especie tendremos en cuenta que existen plantas de crecimiento rápido con largos tallos y hojas y plantas de crecimien-to más lento. Las de mayor crecimiento se plantarán en el fondo del tanque para que no limiten la visión. Las plantas de crecimiento lento se plantarán en primer plano y lo haremos antes que las otras puesto que de los contrario seguramente sus hojas nos molestarían durante el plantado de las pequeñas. En las sección del site plantas de agua dulce tenéis información sobre las especies, requerimientos de plantado y tamaño aproximado.
Cada tipo de planta (tallo, bulbo o raíz) tienen sus propios requisitos para ser plan-tadas. Lo que sirve para todas es no colocarlas de tal forma que se den sombra unas a otras. Con ello sólo conseguiremos que las de abajo crezcan muy lentamente y se desarrollen peor.
También deberemos de fijarnos en la temperatura. Las plantas son seres vivos y una temperatura inadecuada puede dañarlas. Una vez terminado el proceso de plantado, teniendo la precaución de no haber dejado dobladas las raíces, rellenaremos por completo el tanque y mantendremos la iluminación encendida durante 24 o 48 horas al objeto de que el enraizado se realice mejor. |
Por último recordar que con el proceso de plantado no se finaliza la fase de madura-ción del acuario, que deberá alargarse todavía unas semanas más.