Un año más ha comenzado la calurosa época estival que tanto trastorno causa en el mantenimiento estable de las condiciones de nuestros acuarios. Como viene siendo costumbre son muchísimos los acuarios, no preparados, que ven degradadas sus condiciones de mantenimiento y se pierden poblaciones enteras de animales abriendo de nuevo el debate sobre los medios más adecuados para mantener la temperatura del acuario estabilizada.
Antes de comenzar a hablar de los costosos equipos comerciales de refrigeración y los ingenios caseros, que van desde ventiladores, refrigeradores de cerveza a circuitos en espiral dentro de neveras funcionando bajo el sistema Peltier, conviene detenerse un momento a hablar de la temperatura del agua y de cómo ésta influye enormemente en la vida de sus habitantes.
Una de las particularidades del agua es la de presentar una elevada resistencia a los cambios de temperatura. A diferencia de lo que ocurre con los hábitats terrestres muy influenciados por el calentamiento de los rayos solares las variaciones acuáticas que se producen por esta causa no exceden de los 3 o 4º C. Por esta razón las variaciones de temperatura debido a los cambios estacionales se producen de forma lenta a lo largo de varios meses. Sin embargo en ocasiones se producen alteraciones bruscas de las condiciones térmicas debido a la entrada de aguas nuevas procedentes de deshielos o de fuertes lluvías.
Eliminando estas últimas causas po-demos afirmar que los peces han evo-lucionado adaptándose a vivir en un medio donde la temperatura es un valor casi constante. Peces Euritérmicos y Estenotérmicos Los peces a diferencia de otros seres vivos no mantienen una temperatura corporal constante por esta razón su temperatura interna suele ser la misma que las condiciones del medio. |
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Las especies presentan diversas tolerancias a los cambios de temperatura y en base a esta características podemos clasificar como especies Euritérmicas aquellas que mejor toleran los cambios y Estenotérmicas a aquellas otras incapaces de tolerar ningún cambio.
Efectos de los cambios de temperatura
Los procesos de osmoregulación se alteran con los cambios de temperatura. Cualquier cambio de temperatura afecta internamente a los peces en función de su capacidad de tolerancia y de la importancia de la variación. Entre otros efectos las variaciones de temperatura alteran los ritmos metabólicos y cardiacos, alteran la respiración como consecuencia de una menor presencia de oxígeno en aguas calientes y una disfunción osmorreguladora y desequilibrio del Ph interno.
Otros problemas concretos relacionados con este desajuste térmico es la alteración en la vejiga natatoria. Tiene una repercusión directa sobre el crecimiento y el desarrollo. Temperaturas inadecuadas pueden detener el desarrollo del animal. Impedir la alimentación de las larvas o producir la eclosión prematura de los huevos. En general los peces adultos tienen mayor capacidad para afrontar los cambios mientras que en las larvas y huevos esta capacidad es pequeña o nula.
Ante los cambios repentinos de temperatura la primera reacción de los animales será la de tratar de trasladarse a zonas más adecuadas. Si esto no es posible tratarán de compensar la variación de temperatura fisiológicamente.
En estados iniciales el ritmo metabó- lico se dispara estabilizándose poste-riormente. Esta aclimatación puede tardar días o incluso semanas depen-diendo de la variación de temperatura. La tolerancia a la variación y la velo-cidad para aclimatarse dependerá de la especie del animal, su sexo, estado de nutrición, densidad del agua y niveles de oxígeno disueltos. Por último la temperatura incorrecta acarrea problemas en el metabolismo reduciendo la efectividad del sistema inmunológico. Por normal general un animal bien mantenido y en buenas condiciones tolerará mejor un aumento que un descenso de la temperatura. |
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Efectos del aumento de la temperatura
El oxígeno en el agua es menor. El metabolismo del animal se altera necesitando un mayor consumo de oxígeno que no hay. La frecuencia cardiaca se eleva. La capacidad de transportar oxígeno en la sangre disminuye. Entre los síntomas externos que se pueden observar son la pérdida de actividad, pérdida de equilibrio y aumento en la frecuencia de ventilación.
A mayores temperaturas los metales pesados y el amoniaco se vuelven más tóxicos. Se produce una desnaturalización de las proteínas y enzimas del cuerpo. Las células dañadas producen metabolitos tóxicos. La osmorregulación resulta afectada ya que se produce un aumento de la permeabilidad de las células. Especialmente en agallas. Si las condiciones de cambio superan la capacidad de adaptación el animal entra en coma por bloqueo del sistema nervioso central. La temperatura máxima a la que un pez puede sobrevivir dependerá de su especie, temperatura habitual a la que esté adaptado, cantidad de oxígeno y nivel de toxinas presentes.
Descenso de la temperatura
El funcionamiento de las constantes se ve reducido por la menor liberación de energía. A pesar de que las aguas frías contienen mayor cantidad de oxígeno disuelto la caída de las frecuencias respiratoria y cardiaca hacen que el animal no pueda asimilar la cantidad de oxígeno necesario (Hipoxia)
Enfriamientos repentinos o el mantenimiento a temperaturas inadecuadas provoca la degeneración de los glóbulos rojos y por tanto la pérdida de hemoglobina transporta-dora de oxígeno. Esto se une a problemas osmorreguladores crónicos. Las membra-nas de las branquias se vuelven más permeables, se producen alteraciones en el riñón. La producción de anticuerpos se debilita. Muchas enfermedades están claramente asociadas a la temperatura. Además los agentes patógenos también responden con diferente virulencia a diferentes temperaturas.
Los síntomas externos son similares a los que podemos observar con temperaturas elevadas. El animal entrará en coma porque el sistema nervioso central deja de funcionar, pérdida de equilibrio, aparición de espasmos violentos. Un cambio brusco de las condiciones una vez detectada la temperatura inapropiada suele provocar una mejoría evidente.
Regulando la temperatura correctamente
Es imprescindible mantener la temperatura dentro del intervalo tolerado por las especies mantenidas lo más estable posible. Para ello se emplean termostatos de calefacción, enfriadores y termómetros. Los requisitos de calefacción varían en función del tanque y la temperatura ambiente del lugar donde este instalado el tanque
Centrándonos en el periodo del año que tratamos y las elevadas tempe-raturas que trae consigo, podemos recurrir a varios sistemas de refrige-ración disponibles: Los Sistemas comerciales, muy efectivos, altamente regulables pero que suponen un fuerte desembolso económico, algo que se mitiga en parte si elegimos un aparato de calidad efectivo y amortizable durante años, o los equipos caseros, por lo general |
también efectivos pero algo menos estables, como por ejemplo refrigeradores de cerveza, tubos en espiral montados en neveras portátiles o la instalación de ventila-dores para airear la superficie
Combatiendo el estrés térmico
En parte este estrés puede ser mitigado aportando una sobresaturación de oxígeno para asegurar la cantidad precisa en el agua y añadiendo sales fisiológicas, ricas en calcio, cloro, potasio y socio con lo que contribuimos a la reducción de la carga del sistema osmorregulador. La proporción adecuada sería entre 0,2 y 0,5%.
Descripción de Equipos
Equipos comerciales de frío
Los equipos de este tipo como he comentado previamente suponen un fuerte desembolso económico, en parte mitigable si se financia y si vemos esta inversión como un gasto amortizable a lo largo de los años. Debemos elegir un equipo de garantía que permita, sin sufrir degradación, su empleo tanto en acuarios de agua dulce como marinos. Aunque no tengamos en mente tener un acuario de este tipo quien sabe si en el futuro nos decidimos por él.
Entre sus ventajas presentan la capacidad de mantener la temperatura, a través del empleo de gas refrigerante, de forma segura con la posibilidad de ajuste de la temperatura deseada, normalmente en rangos de 1º C. Además los equipos más evolucionados cuentan con display digital que nos indica en todo momento la situación térmica del agua.
Las unidades de frío deben estar si-tuados en un lugar bien ventilado. Recogen el calor del agua en la unidad y lo transforma en aire circundante. Un aumento de la temperatura directamen-te en la unidad de frío supone una no-toria reducción en el rendimiento. Por tanto es esencial una ventilación suficiente. La temperatura medioam-biental no excederá de 35º C. Las uni-dades de frío deben ser conectadas a las piezas de conexión para un ciclo de agua cerrada. |
Equipos caseros de bricolaje
Ventiladores de superficie
Un sistema relativamente efectivo es el empleo de pequeños ventiladores repartidos por la superficie del acuario y en numero proporcional al tamaño del mismo. Habi-tualmente se emplean los utilizados en las fuentes de alimentación de los equipos informáticos, por ser económicos y efectivos. Requieren de desarrollar una instalación donde para asegurar su efectividad debemos instalar un controlador digital de temperatura, si este equipo dispone de display digital para monotorizar las lecturas mejor.
Efectivos para el enfriamiento de pequeñas instalaciones (hasta 300 litros) presen-tan el grave problema de evaporar mucha cantidad de agua. El agua evaporada es pura por lo que las sales quedan en mayor concentración en el volumen disponible del tanque. Una solución es la de instalar un equipo de relleno automático con bomba dosificadora que introduzca el agua previamente acondiconada o procedente de osmosis en el tanque.
Circuitos de espiral bajo sistema Peltier
Simplificando la célula Peltier es un dispositivo cuadrado que al aplicarle corriente produce en sus caras una diferencia térmica de unos 40º C. Cuanto más fría se encuentre la cara caliente más enfriará su cara fría. Este funcionamiento es la base de muchas neveras de mano que se emplean en acuariofilia. Perforándolas se atraviesa su interior con una espiral de tubo por donde circula el agua del acuario a una velocidad relativa. Después esta agua es devuelta otra vez al acuario. Se ha de tener en cuenta que el agua del acuario se calienta constantemente y que la instalación deberá de enfriar al menos a la misma velocidad de calentamiento.
Conclusiones e invitación a la reflexión
No me he referido a la teoría, válida pero insuficiente, de enfriar la habitación a través de un equipo de aire acondicionado. La teoría expone que el agua del acuario tiende a variar hacia la temperatura exterior, por ello debe ser más sencillo variar las condi-ciones exteriores del acuario. El problema surge a la hora de mantener el equipo de aire correctamente programado y del consumo elevado que su continuo uso supone.
Respecto a la necesidad o no de adquirir un equipo comercial dependerá del tipo de instalación y de las especies que mantengamos. En acuarios con invertebrados, especies sensibles o proyectos de cría, personalmente creo que el desembolso está justificado siempre que elijamos un equipo de garantía el cual nos va a dar servicio durante muchos años. Respecto a las otras opciones, denominadas caseras, tam-bién serían válidas siempre que se completen con los equipos extras necesarios y tengamos el control de lo que estamos construyendo.