Introducción al mantenimiento de corales

trachyphyllia geoffroyiEste artículo pretende ser una modesta introducción al mantenimiento de corales en el acuario marino. Aunque ya habíamos hecho una pequeña introducción al mantenimiento de corales duros con esta corta serié de artículos que comenzamos vamos a ampliar la información sobre el mantenimiento de corales blandos y duros viendo sus principales diferencias.Si lo encontráis de interés continuaremos en próximos números ampliando la información en él contenida.

El filo Cnidaria agrupa a todos los corales que podemos mantener en el acuario de arrecife. Su número de especies es cercano a las 10.000 y engloba a corales, medusas, anémonas e hidras, incluyendo también a las que podemos encontrar en el acuario de agua dulce.

Dentro de las diferentes clases en el contenidos a nosotros nos interesa mayoritariamente la clase Anthozoa, que además de ser la más numerosa engloba a los corales, gorgonias y anémonas de mar. Su rasgo característico es que se tratan de pólipos, individuales o coloniales en cuyo ciclo biológico desaparece la fase medusa.

Dentro de esta clase encontramos una nueva subdivisión: De un lado las especies con pólipos de 8 tentáculos denominada Octocoralaria o Alcyonaria. En esta subclase encontramos a los corales blandos del orden Alcyonacea como Sinularia o Sarcophyton, orden Stolonifera como la Clavularia y orden Helioporacea como los Helioporas.

La otra subdivisión está formada por la subclase Hexacorallia o Zoantharia con pólipos con más de 8 tentáculos donde encontramos el orden Zoanthidae formado por anémonas incrustantes, los corales duros del Orden Scleractina como Heliofungia y Acropora o el orden de las Antipatharia, entre otros, como las gorgonias negras y espinosas.

Todos los pólipos de los Antozoos presentan una estructura corporal en forma de saco con dos funciones; digestiva y circulatoria denominada cavidad gastrovascular. Esta cavidad presenta una apertura que actúa tanto de boca como de ano. Alrededor de ésta es donde se encuentran los tentáculos cuya función es ayudar en la consecución del alimento.

Muchas de las especies pertene-cientes al filo Cnidaria poseen en su gastrodermis algas unicelulares del género Zooxanthellae con las que conviven en simbiosis. Las algas proporcionan principalmente azucares al coral, lo que constituirá casi el 95% de sus necesidades nutricionales y éste le cede sustancias de desecho que estas algas emplean en la fabricación de los azúcares a través de la fotosíntesis.

Las especies comprendidas dentro de la clase Anthozoa pierden la clase medusa dentro de su ciclo reproductivo, reproduciéndose por ciclos hipogenéticos en los que los pólipos se reproducen mayoritariamente en acuarios de forma asexual, a través de su esquejado, o de forma sexual, exclusivamente en estado salvaje, dando lugar a larvas que se transformarán en un pólipo y que dará paso al inicio de una colonia.

Distinguiendo entre corales duros y corales blandos

Los órdenes Alcyonacea (8 tentácu-los) al que pertenecen los corales blandos y el orden Scleractinia formado por especies de corales duros (más de ocho tentáculos) engloban a la mayoría de especies que podemos mantener en el acuario.

Sarcophyton glaucum
Sarcophyton glaucum
Pertenece: Thomas-Krause
 
Sinularia Sp.
Sinularia Sp.
Pertenece: Aquacorals

Clavularia viridis
Clavularia viridis
Pertenece: Tjorvar

Los corales blandos se denominan de esta forma porque sus esqueletos al morir no pasan a formar parte del arrecife de coral. Este esqueleto posee espículas de carbonato cálcico de forma variable lo que dificulta la identificación, incluso entre individuos de la misma especie ubicados en diferentes zonas de la colonia. Podemos clasificarlos en dos grupos: Aquellos con zooxantelas que se adaptan muy bien a la cautividad y son relativamente sencillos de mantener (Lobophytum, Sinularia o Sarcophyton) y aquellos sin algas muchísimo más complicados de mantener ( Dendronephtya) en parte por el gran desconocimiento que se tiene de ellos.

Los corales duros presentan un esqueleto de carbonato cálcico macizo que tras su muerte pasará a formar parte, en la mayoría de los casos, del arrecife coralino (Acroporas, Goniporas o Tubastrea por ejemplo). La mayoría de estas especies presentan algas simbiontes y su mantenimiento en cautividad presenta mayor dificultad que el grupo de los corales blandos. Todos los corales duros están listados en el apéndice II de Cites (Convention of international trade in Endangered Species). Este inclusión no significa que estén en vías de extinción, nos indica que su comercio está controlado para evitar su sobreexplotación y hace una llamada a la responsabilidad de no mantener estas especies si no estamos seguros de poderlo hacer con éxito.

Necesidades de mantenimiento

Para asegurar un correcto mantenimiento y por lo tanto su desarrollo debemos de tratar de ofrecer a nuestros invertebrados una calidad de agua adecuada, una iluminación suficiente, corrientes fuertes y cambiantes y todo ello dentro de unas condiciones de gran estabilidad.

Como valores considerados como óptimos deberíamos considerar los siguientes:

  • Temperatura entre los 24 y 25ºC.
  • Ph entre 8,1 y 8,3
  • Densidad (salinidad) entre 1022 y 1024
  • Oxígeno sobresaturado
  • Dureza de carbonatos entre 12 y 15 Kh
  • Calcio 400 ppm (partes por millón)
  • Amoniaco, nitritos, nitratos, fosfatos 0 ppm
  • Elementos de traza se deberán reponer periódicamente
  • Metales pesados 0 ppm con especial atención al cobre (Cu)

En este primer artículo dedicado a los corales vamos a tratar sobre la calidad de agua, uno de los aspectos fundamentales para tener éxito en nuestro tanque de corales. En nuevas entregas iremos tratando con detalle otros aspectos anteriormente comentados y fundamentales.

La calidad del agua. El agua y la sal que empleemos para fabricar agua salada habrá de ser de la suficiente calidad y totalmente libre de nitratos, fosfatos y silicatos. El agua de osmosis o aguas destiladas se presentan como la mejor opción. Otra opción sería, para quien resida cerca de la costa, emplear agua del mar. En teoría esta agua presenta las concentraciones químicas perfectas pero presenta las desventajas de suponer un gran esfuerzo recolectarla, estar expuestos a plagas como algas unicelulares y a quedarnos en un momento de necesidad sin ella por la presencia de vertidos tóxicos.

Filtración mecánica: Un tanque dedicado al mantenimiento y desarrollo de corales deberá de contar con un excelente mantenimiento de la filtración mecánica que siempre deberá ubicarse en primer lugar. Su objetivo es retener la mayor parte de residuos orgánicos provenientes del tanque. Estos residuos permanecerán degradando las condiciones del agua mientras no los retiremos de ahí, por lo que no será suficiente con instalarlas sino que deberán ser limpiadas con tanta regularidad como nos sea posible.

El espumador de proteínas. Es skimmer retiene además de partículas de desecho un gran número de compuestos beneficiosos. Esta afirmación puede dar a entender de su empleo como contraproducente, sin embargo su gran efectividad en la retirada de desechos compensa sus contraprestaciones. Por ello se debe tratar de adquirir el mejor y más grande skimmer que nuestro bolsillo sea capaz de conseguirnos. Su posición deberá de ser a continuación del filtro mecánico. Su vaso colector deberá encontrarse siempre lo más limpio posible ya que cualquier suciedad que encuentre la espuma en su ascensión a través del vaso espumador no hará otra cosa que retenerla impidiendo que sea extraída.

Los filtros biológicos. La filtración biológica si decidimos contar con ella, sin contar la presente en el sustrato y sobre la roca viva, deberá de situarse a la salida del skimmer y deberá también ser mantenida con diligencia. Por ello se deberá aclarar periódica-mente en agua salada para retirar bacterias muertas o deterioradas.

Anthelia Sp.
Anthelia Sp.
Pertenece: Jura.Akvariumas
 
trachyphyllia geoffroyi
trachyphyllia geoffroyi
Pertenece: Saltaquarium

Acropora Sp.
Acropora Sp.
Pertenece: IAEA

Filtración química: Cualquier absorbente químico puede y debe ser colocado después de la fase biológica. Se deberá tener en consideración las instrucciones de cada fabricante y en casos como por ejemplo con el carbón activado se prestará atención a no mantenerlo durante excesivo tiempo porque además de retener sustancias beneficiosas su degradación podría retornar al tanque las sustancias retenidas.

Inyección de ozono: Es totalmente desaconsejable en tanques con corales porque su aplicación aumenta el potencial redox. A partir de los 230 mV los corales retraen sus pólipos y en cantidades superiores terminarían por morir.

Lámparas germicidas: Las lámparas UV no previenen las enfermedades porque los agentes patógenos pueden pasar de un organismo a otro antes de su paso por la lámpara. Las lámparas eliminan a través de la radiación a seres unicelulares que pasan por el cuerpo de la lámpara. Sin embargo no distingue entre seres beneficiosos o dañinos, por ello eliminará a las bacterias nitrificantes y zooxantelas en estado libre entre otras. Si decidimos su empleo se deberá ubicar después de la filtración química.

Mantenimientos de obligado cumplimiento: sifonado del fondo arenoso y retirada de cualquier organismo muerto y restos de comida que podrían de otro modo alterar la calidad acuática. Cambio de agua: La mejor forma de retirar elementos nocivos sobre todo compuestos nitrogenados resultantes del ciclo del nitrógeno. Con estos cambios prevenimos la presencia de alfas filamentosas que podrían ahogar a nuestros corales al colonizar toda su superficie. 20% mensual.