Se va acercando otro año la época estival y de nuevo las temperaturas comenzarán a subir poniendo en peligro la supervivencia de nuestras plantas acuáticas. A diferencia de la acuariofilia marina donde el empleo de enfriadores está muy extendido, debido sobre todo a la sensibilidad de los invertebrados a las altas temperaturas, en acuariofilia de agua dulce no se emplean mayoritariamente por significar una inversión desproporcionada. Especies como Vallisnerias, Anubias o Echinodorus son especies resistentes que incluso soportan temperaturas de 27 o 28º C. A partir de dichos niveles todas las plantas correrán serio peligro de marchitarse y morir. Entonces qué se puede hacer para tratar de ayudar a nuestras plantas a superar este periodo tan comprometido.
En la época de frío el control de la temperatura no supone ningún problema pues contamos con los calentadores dotados de termostato, aparatos relativamente económicos y de gran efectividad que nos ayudan a fijar la temperatura en los niveles deseados. Sin embargo el calor no es tan sencillo de paliar puesto que como hemos dicho la única forma efectiva sería el empleo de un enfriador o mantener la instalación en un local pertrechado con un sistema de aire acondicionado continúo en donde no deberemos desconectar ni el calentador.
La temperatura ambiente influye como es bien sabido sobre la temperatura del acuario. Por eso en muchas zonas de España a partir de mayo la temperatura alcanza ya 25º C con lo que podemos proceder a desconectar el calentador alargando de este modo la vida útil del equipo. Como resulta obvio el apagar el calentador no tendrá ninguna consecuencia sobre la subida gradual de la temperatura llegando incluso en los días más calurosos de verano a superar los 30 grados. Por esa razón y aunque en este artículo vamos a ver alguna técnica para ayudar a mitigar los efectos del calor sobre las plantas sino contamos con equipos adecuados debemos estar preparados para sufrir alguna baja.
El primer efecto y más importante del calor, sobre todo para la vida de los animales, es la reducción del oxígeno presente en el agua. Se puede afirmar que la mayoría de las pérdidas de peces por altas temperaturas tiene su causa en esta falta de oxígeno. Precisamente la primera medida a tomar para mitigar esta falta será la de instalar un aireador auxiliar durante la época de más calor. Las bombas de circulación también suponen una ayuda ya que aumentan el movimiento del agua beneficiando el intercambio gaseoso. |
En acuarios donde no mantengamos plantas o las que tengamos sean de requerimientos lumínicos limitados podemos optar por apagar la iluminación dejando que el acuario sea iluminado exclusivamente por luz natural. Dependiendo del tipo de iluminación que mantengamos esto nos puede suponer una bajada de uno o dos grados de temperatura. Tapar el acuario con papeles o periódicos nos ayudará a evitar la proliferación de algas tapizantes.
Destapar el acuario también es otra de las soluciones económicas para mitigar el parte el calor siempre que las especies de animales que mantengamos lo permitan para no provocarles la muerte por fugas accidentales. En este caso se deberá reponer más a menudo el agua evaporada. Cambios de agua más fresca, siempre dentro de un orden, también serán beneficiosos. Nunca haremos cambios de agua muy fría para no provocar choques térmicos a los animales.
Otro sistema que aunque aparentemente resulte contradictorio es beneficioso para el calor son los sistemas de abono de CO2 de forma permanente. Estos sistemas se han demostrado que al aportar cantidades extra de CO2 de forma controlada beneficia el intercambio de gases en la superficie del acuario.
No sobrealimentar a los animales especialmente en estas épocas resulta crucial ya que la oxidación bacteriana de los desechos es una fuente reductora muy importante del oxígeno presente en el agua.
Por último, sanear nuestras plantas a través de una poda y dejar de abonar, sobre todo si nos vamos a ausentar y no vamos a poder realizar el mantenimiento adecuado del acuario será también muy beneficioso.