El beneficio que supone el mantenimiento de plantas naturales en el acuario es una de las preguntas habituales entre los aficionados recién llegados. La respuesta es obvia, las plantas naturales contribuyen a la estabilidad de nuestra instalación al consumir de forma directa o indirecta muchos de los compuestos de desecho que se crean en el acuario.
Las plantas naturales como ya hemos comentado en otros apartados de está sección necesitan de micro y macronutrientes para desarrollarse. Estos compuestos los asimilan de entre los presentes en la columna de agua donde se observa una fuerte presencia de oxígeno y en el sustrato donde encontramos una presencia pobre de este gas.
Este artículo vamos a dedicarlo al sustrato que vendría a ser los cimientos del acuario plantado y vamos a ver la importancia que tiene su elección y una buena disposición de éste previa a la puesta en marcha de nuestra instalación.
El sustrato juega un importante papel tanto en el desarrollo de las plantas como en el equilibrio biológico del sistema. Sobre él y en diferentes estratos se instalan las colonias de bacterias responsables de la transformación del nitrito en nitrato y de este último en inofensivo gas nitrógeno. La presencia de unas u otras en los diferentes estratos se debe a la cantidad de oxigeno presente. Las capas superficiales ricas en oxígeno se pueblan de bacterias nitrificantes transformadoras de nitrito. Mientras en las capas inferiores de ambientes anaeróbicos o pobres en oxígeno se instalan las bacterias responsables de la transformación del nitrato. Además estas bacterias también son responsables de la reducción de los nutrientes transformándolos en compuestos asimilables por las plantas.
Los sustratos podemos clasificarlos en base a su tamaño, color, textura y composición química. Por su tamaño también denominada granulometría podemos distinguir entre las finas partículas que componen el limo, arcillas y arenas finas y aquellos más gruesos que van desde las arenas hasta las gravas. Esta granulometría es un factor importante para favorecer la circulación del agua y asegurar un sustrato sano libre de metano y del peligroso ácido sulfhídrico resultantes de gravas compactadas. Es por tanto conveniente que sea capaz de permitir una lenta pero continua corriente de agua. Además sustratos excesivamente finos pueden impedir el correcto desarrollo de las raíces de las plantas y provocar en su manipulado antiestéticos enturbiamientos temporales. Los más adecuados para nuestras plantas son aquellos clasificados como arenas gruesas, a partir del milímetro de grosor, siendo lo indicado gravas entre los 3 y los 5 mm. |
La elección de su forma y color queda al criterio estético del aficionado pero también se debe tener en cuenta las necesidades de los habitantes del acuario. Sustratos con formas agresivos o cortantes compuestos por ejemplo por roca volcánica pueden causar daño en los barbillones de los siluros.
La coloración también tiene su importancia ya que especies tímidas o de menor colorido verán potenciada su coloración con el empleo de sustratos oscuros que realcen sus colores. Conviene descartar sustratos excesivamente claros que aclaren la tonalidad de nuestros animales, estresándolos e incomodándolos al hacerlos más vulnerables desde el aire. Por último y aunque es una elección personal no recomendamos sustratos estridentes de varias coloraciones que dan un aspecto poco natural a la instalación.
Volumen de sustrato: aunque no existen unas reglas fijas conviene que este no sea excesivamente profundo siendo válido entre 8 y 10 cm para la parte frontal del tanque y 15 o 20 para la parte trasera. Si optamos por colocar un cable calentador de fondo lo habitual es colocarlo directamente sobre el cristal de base.
Una de las características más importantes del sustrato es su composición química. Con ella podemos jugar a la hora de diseñar nuestro acuario. Sustratos calcáreos ricos en calcio estarían contraindicados para acuarios con necesidades de aguas blandas y ácidas. En cambio resultan beneficiosos para tanques de aguas duras y alcalinas.
Una técnica muy recomendable para lograr un óptimo desarrollo de las plantas de acuario es la utilización de un sustrato nutritivo colocado bajo la capa de grava. Estos contienen turbas, arcillas, minerales y elementos de traza muy necesarios para la fase de enraizado de las plantas. Como resultado obtendremos un óptimo desarrollo inicial que irá degradando estos nutrientes los cuales se irán reponiendo con aportes periódicos en forma de fertilizantes líquidos. Estos una vez finalizadas las fases iniciales de enraizado serán asimilados en menor medida por las hojas y en mayor parte por las raíces las cuales verán facilitada esta función por acción de la corriente de convención creada por el cable calentador de fondo instalado bajo el sustrato. Podéis recordar las ventajas de instalar un cable calentador en este artículo.
El agotamiento del sustrato dependerá del número de plantas que mantengamos, de su propia descomposición y de la periodicidad de los cambios de agua. Por ello conviene medir los nutrientes en el agua y en especial el hierro que está directamente relacionado con el desarrollo de las plantas.La utilización de abonos líquidos y pastillas sustituyen perfectamente los sustratos orgánicos permitiendo un mayor control de los nutrientes.
Los sustratos nutritivos también denominados abonos de lenta liberación podemos clasificarlos de dos formas. Aquellos que se mezclan con el sustrato y los que no. En ambos casos es necesario colocar una capa de grava encima para evitar que sea removido por los peces. Una técnica efectiva de muy buenos resultados es la de colocar una rejilla con agujeros, separando ambas capas, lo suficientemente grandes para facilitar el avance de las raíces.
Esto nos permitirá realizar el sifonado, que de otra forma hubiera sido imposible al mezclar ambas capas, e impedirá que sea desmontado por aquellas especies cavadoras. Una solución para acuarios con especies de cíclidos de gran tamaño es delimitar determinadas zonas del acuario donde establecer jardineras o recipientes con la mezcla de sustrato nutritivo. Posteriormente serán cubiertos con grava por lo que su presencia, dependiendo de su tamaño, pasará inadvertida. Gracias a los avances que llegan al sector contamos con sustratos estabilizadores de Ph y arcillas capaces de asimilar metabolitos del agua siendo muy recomendables para acuarios de aguas blandas y ácidas. Sustratos de fabricación casera – Económicos y sencillos de realizar basados en mezclas de turbas no abonadas, spiolita o arcilla roja entre otros compuestos. |
Sin embargo debemos estar muy seguros de los elementos añadidos y susproporciones ya que sus características químicas pueden desestabilizar las condiciones acuáticas. La spiolita por ejemplo se compone en gran parte de carbonatos cálcicos que van a contribuir a subir la dureza mientras las turbas tenderán a incrementar la acidez del agua. Sustratos mal compensados pueden originar una invasión de algas que irá decreciendo a medida que vayan agotándose los nutrientes.
La iluminación juega un papel importante en la acción de los sustratos nutritivos, acuarios con una iluminación pobre donde las poblaciones de plantas hayan disminuido su crecimiento verán como estos nutrientes son aprovechados por algas y cianobacterias para un desarrollo explosivo debido a sus menores exigencias para desarrollarse. Es imprescindible que exista un equilibrio entre nutrientes y la demanda de estos. Por ello es recomendable que los acuarios plantados sean abonados con CO2 para potenciar el desarrollo de las plantas.