Introducción al mantenimiento de anémonas

Condylactis giganteaLa mayoría de los Cnidarios son diminutos animales individuales que se agrupan juntos por miles, para formar colonias como corales e hidroideos. Estas colonias que varían mucho en forma y tamaño se unen al substrato o a organismos vivos para formar la mayor parte de la estructura blanda y dura del arrecife coralino. Unas pocas especies, como medusas y anémonas, no son coloniales y viven individualmente.

Los animales de este phylum tienen una estructura simple formada por un cuerpo con forma de taza, una única abertura central, que funciona como boca y ano y incierto número de tentáculos que rodean la boca. Cuando el animal esta fijo se llama pólipo, si no lo esta, se llama medusa.

Una característica compartida por todos los Cnidarios son las diminutas cápsulas urticantes llamadas nematocistos, que es el origen del nombre latino del phylum. Estas diminutas cápsulas localizadas principalmente en los tentáculos se usan tanto para capturar presas como para defenderse. Las picaduras de la mayoría de los cnidarios no son dañinas pero unas pocas son bastante tóxicas y deben evitarse. En el caso de una picadura nunca debemos frotar la zona o lavar con jabón y agua, que pueden causar la descarga adicional de nematocistos. Saturar la zona con vinagre inmovilizará los nematocistos no descargados.

El phylum se divide en tres clase que incluye hidroideos, medusas, anémonas y sus parientes. Los corales  y las gorgonias también se clasifican en este phylum.

La clase Anthozoa contiene muchos invertebrados marinos familiares que incluyen a los colares blandos y duros, corales negros y anémonas de mar. Todos tienen un único estado de pólipo en sus ciclos vitales.

Hay dos subclases principales, Octocorallia, animales con ocho tentáculos ( abanicos de mar, látigos de mar y corales blandos ) y los Hexacorallia, animales con tentáculos múltiplo de 6, que incluyen corales negros y duros, anémonas, zoántidos, coralimorfos y anémonas que viven en tubos.

Dentro de la subclase Hexacorallia se encuentran las anémonas marinas, que son pólipos solitarios que se fijan al fondo. Carecen de cualquier parte esquelética dura y generalmente son bastante grandes comparados con los pólipos de otros cnidarios. Sus cuerpo pueden llegar a 2 m de longitud. Sus tentáculos que varía de longitud, forma, color y número a menudo son claves para identificarlos. El diseño de los tentáculos a menudo parece aleatorio aunque algunas especies exhiben anillos característicos.

Sus nematocistos urticantes rara vez afectan a los buceadores pero son suficientemente tóxicos para paralizar pequeños peces e invertebrados que se ponen a su alcance. La presa inmovilizada es atraída hacia a una boca como una abertura en el centro del disco oral.

Asociadas con muchas anémonas viven ciertas especies de gambas, peces y cangrejos que no les afectan los nematocistos. Las anémonas rara vez se mueven pero pueden relocalizarse de forma lenta. Prefieren zonas apartadas del arrecife en donde a menudos se alojan en grietas únicamente con sus tentáculos expuestos. Si se les molesta pueden contraer sus tentáculos para protegerse.

Viven en zonas costeras normalmente expuestas a mareas bajas, pero son especialistas en sobrevivir fuera del agua. Repliegan sus tentáculos y llenan sus cavidades de agua, lo que impide que se sequen cuando quedan expuestas al aire.

Fotos realizadas en nuestro comercio
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heteractis magnifica

heteractis magnifica

entacmaea quadricolor

macrodactyla doreensis junto a Condylactis gigantea

 

Las anémonas son mucho más fáciles de mantener que los corales, aunque muchas de las anémonas más populares comparten con muchos corales la posesión de algas simbióticas y requieren estar muy bien iluminados para prosperar.

Es por esa razón, que antes de introducir la anémonas en nuestro acuario conviene realizar una aclimatación tanto a los parámetros físico químicos del agua como lumínica.

Hay que tener en cuenta que la anémona se transporta o bien  expuesta a la luz natural ( si realizamos una pequeña compra en una tienda ) o prácticamente a oscuras ( si se realiza un envío ), en ambos casos, la anémona no esta preparada para recibir el impacto brusco de luz que posee nuestro acuario, sobre todo si poseemos HQI. En este caso, y después de realizar la aclimatación a las condiciones del agua, introduciremos la anémona en la zona más oscura de nuestro tanque y apagando parcialmente la luz si es posible, aumentándola después de forma gradual.

En su medio natural su alimentación está compuesta por plancton, pequeños moluscos, crustáceos e incluso pequeños peces. Al tener de forma natural una alimentación tan variada en nuestro acuario tolerará muchos tipos de alimento: artemia, gamba, mejillón, trozos de merluza, alimento comercial para invertebrados etc. Deberemos alimentarlas más de 2 veces a la semana y para asegurar el éxito  podemos acercar el alimento a la anémonas hasta que lo atrape en sus tentáculos.

Si el aspecto de la anémonas muestra desmejora, puede ser síntoma de una alimentación insuficiente, a veces es más exitosos alimentar con trozos mayores a aumentar las tomas. El tamaño de la anémona nos sirve de referencia para ajustar el tamaño del alimento. A veces es más eficaz introducir un pequeño trozo de merluza que intentar alimentar con varias dosis de artemia. Para recuperar una anémona perjudicada por una alimentación insuficiente podemos forzar la introducción de comida, pero no es recomendable salvo  que sea extremadamente necesario ya que podemos dañar la apertura bucal.

La corriente en el acuario debe ser abundante, debemos observar movimiento en sus tentáculos, de esta forma se favorece la captura de alimento y la limpieza de detritos o exceso de mucosidad producido por la misma anémona.  

Es conveniente que la temperatura de nuestro acuario no ascienda a mas de 28 grados, ya que no tienen buena resistencia a altas temperaturas.

Fotos realizadas en nuestro comercio
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Condylactis gigantea

Stichodactyla haddoni

Por mucho que nos guste un lugar en nuestro acuario para una anémona determinada, ella misma se recolocará buscando el lugar más apropiado. En ese caso, no debemos intentar manipularla y si lo hacemos tendremos muchos cuidado en no rasgar la base del animal porque eso asegurará su muerte.

Por último, comentar que para optimizar su mantenimiento podemos beneficiarnos de la simbiosis entre algunas especies y las anémonas. Un ejemplo típico de simbiosis de “comportamiento” es la relación entre la anémona de mar y el cangrejo ermitaño: el cangrejo «ofrece» desplazamiento a la anémona y ésta le ofrece protección con sus tentáculos venenosos

Otro  ejemplo de simbiosis mutua se encuentra entre un pez payaso y la anémona. Ese pez protege su territorio de otros peces comedores de la anémona y a cambio los tentáculos de la anémona le protegen de otros depredadores.

Aunque debemos informarnos primero sobre que especies de pez payaso tienen relaciones simbiontes con anémonas y con cuáles, ya que existen preferencias que optimizarán el resultado.

Podéis recabar más información en estos otros artículos ya publicados en Aquanovel

Ficha realizada en colaboración con Rocío Junco Fernández
Acuarista Senior con especialidad en Aguas Cálidas / Lda. Química