Principio de funcionamiento de un filtro de carga vegetal.

A lo largo de los artículos pasados hemos ido conociendo diferentes aspectos sobre los tipos y equipos de filtrado. En especial hemos visto las diferentes cargas filtrantes que podemos emplear y su finalidad. En este otro tipo de filtro vamos a añadir un nuevo factor para el tratamiento del agua: Las algas filamentosas.

Las algas al igual que las plantas se alimentan de las sustancias nitrogenadas y de los fosfatos. Un exceso de estos compuestos además de ser dañinos para nuestros peces provocan una rápida proliferación de algas poco estéticas en todos los elementos decorativos y cristales del acuario.

La utilización de estas algas para eliminar las sustancias nocivas que permanecen tras finalizar el proceso de filtrado es la base de funcionamiento de los filtros de carga vegetal. En estos equipos la última masa filtrante a emplear son precisamente las algas filamentosas del tipo Clorofitas cuyas colonias se desarrollan fácilmente en instalaciones con suficiente luz.

Este tipo de filtro es exclusivamente de fabricación casera y se presenta normal-mente en forma de urna o acuario. En el se realizan las divisiones necesarias para el acomodo de las cargas y la instalación de una pantalla para la iluminación de la colonia de algas. Generalmente se coloca o bien detrás del acuario ocupando todo lo largo y alto del mismo o en un acuario a parte conectado al tanque principal.

Las algas filamentosas son la carga filtrante novedosa en este tipo de filtros

Una de las principales prestaciones de la instalación es que su construcción con cristal o metracrilato transparente nos permite observar el estado de las cargas. De este modo podemos proceder a su limpiado o sustitución sin que ello afecte de ningún modo al tanque principal. Incluso podemos realizar estas operaciones sin detener el filtro. Obviamente para que esta ventaja esté presente el filtro de carga vegetal habrá de colocarse en un lugar siempre accesible.

La norma común aplicable a todos los filtros de cuanto más grande y mayor su superficie de filtrado mejor es totalmente aplicable. Dependiendo de quien lo construya puede presentar diferente número de separaciones interiores pero lo más adecuado es dejar las necesarias para colocar las siguientes cargas:

Compartimento para la aireación:

(Zona 1 del gráfico) Al igual que las algas las colonias bacterianas que habitan en la carga biológica del filtro requieren de una gran cantidad de oxigeno para asimilar los compuestos nitrogenados. Por ello debemos suministrar el suficiente aporte de este gas al agua. Para ello utilizaremos un difusor. Cuanto más cercano al punto de saturación mejor. Además el aporte de oxigeno propicia que determinadas sustancias adheridas a las moléculas de agua se decanten en el fondo en los primeros compartimentos (Zonas 1 y 2 del gráfico).

Compartimento para primer filtrado mecánico

(Zona 2 del gráfico) En el siguiente zona vamos a instalar una esponja al objeto de retener los sedimentos más grandes que pudiesen acceder al filtro. Podemos dividir esta separación en dos. Colocando una primera con una esponja situada en la parte alta y una segunda con una esponja que ocupe la totalidad del espacio del compartimento.

En la primera zona logramos que las sustancias adheridas a las moléculas del agua se decanten lentamente en el fondo del filtro creando una película que nos resultará fácil de eliminar sifonando.

Las esponjas, que librarán a la parte biológica de una carga extra de trabajo al eliminar los residuos más grandes, deben ser limpiadas periódicamente. De lo contrario las sustancias retenidas comenzarán a obstruir los poros de la esponja y restarán caudal al filtro.

 

Explicación del gráfico: En la parte izquierda podemos observar el flujo de trabajo del filtro. A – recogida del agua del tanque B – entrada a los filtros biológicos y mecánicos, el detalle de esta parte estaría en la parte central del gráfico, zonas de la 1 a la 5. C – paso de la zona anterior a la zona de carga vegetal D – Filtro carga vegetal, podemos ver la sección en la parte derecha del gráfico. E – Retorno del agua.

Compartimento para la filtración biológica

(Zona 3 del gráfico) Este compartimento comprenderá la parte más voluminosa del filtro ya que contendrán las colonias bacterianas que van a descomponer los compuestos ricos en amoniaco en otros menos dañinos para los peces. Como el agua tiene gran cantidad de oxigeno disuelto gracias al difusor del principio las bacterias encontrarán unas condiciones propicias para propagarse.

Podemos utilizar diversos tipos de biobolas, canutillos o sustratos comerciales teniendo la precaución de introducirlos en alguna red o cesta para que resulten más cómodos de limpiar. Como ya dijimos en la sección del curso de acuariofilia los soportes bacterianos no se han de limpiar, sólo aclarar con agua del acuario y sustituir una parte en cada limpieza de filtro.

Compartimentos para la filtración mecácina

(Zona 5 y última del gráfico) Como última carga filtrante emplearemos perlón para retener las sustancias más pequeñas que no hubieran sido retenidas por las cargas anteriores. En este tipo de filtro resulta muy cómodo para reemplazar las cargas sucias.

Antes o dDespués del perlón dejaremos un compartimento para la colocación de otro tipo de cargas denominadas químicas, carbón activo, resinas o turba, que se utilizan en determinadas ocasiones y que debido a la naturaleza de este filtro nos será de mucha facilidad colocarlas. (Zona 4 del filtro)

Compartimento para la carga vegetal

Esta penúltima zona es la que da el nombre al filtro. Suele ser también un comparti-mento muy voluminoso. En ella se instalarán por si solas las colonías de algas filamentosas que encontrarán su sustento en unas aguas saturadas de oxígeno y ricas en nitratos y otros compuestos.

Para permitir el asentamiento de la colonia se adhieren a la pared vertical del compartimento trozos de ladríllo, rocas neutras o cualquier otro elemento no nocivo de forma escalonada, de más ancho en la parte inferior a más estrecho en la parte alta para asegurar que toda la colonia recibe la luz suficiente.

Para no perder intensidad lumínica podemos forrar por la cara externa e inferior el filtro con papel metálico a fin de que refleje la luz. Está es más recomendable que este formada por tubos de amplio espectro o trifósforos.

Compartimento final para bomba de retorno

La bomba de retorno no debe ser excesivamente potente para no provocar un gran caudal de agua. Servirá aquella bomba que asegure una circulación de agua cons-tante.